Revista ECOS UASD, Año XXVI, Vol. 2, No. 18 Julio-diciembre de 2019 • Sitio web: https://revistas.uasd.edu.do/

El modelo soviético y la cuestión de las nacionalidades

The Soviet Model and the Issue of Nationalities

DOI: https://doi.org/10.51274/ecos.v25i15.pp165-175

Josefina Záiter. Doctora en Psicología, Universidad Complutense de Madrid. Magíster en Psicología Social y Comunitaria, Universidad Autónoma de Santo Domingo. Profesora Titular Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ex-coordinadora área de post grado en psicología, Universidad Autónoma de Santo Domingo. Miembro del Consejo Directivo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Programa República Dominicana. Miembro del Consejo Nacional de Bioética (CONABIO).

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Cómo citar:Záiter, Josefina. 2018. «El modelo soviético y la cuestión de las nacionalidades». Revista ECOS UASD 25 (15):165-175. Doi: https://doi.org/10.51274/ecos.v25i15.pp165-175

Resumen

Resumen:

Se presenta una aproximación al estudio de la problemática nacional de cara al modelo soviético de nación. Plantea consideraciones acerca de los conceptos de identidad nacional, nación, nacionalismo y nacionalidades. La significación histórica de la revolución soviética de 1917 se destaca en todo lo que implicó organizar un amplio conjunto de nacionalidades en un nuevo modelo de sociedad.


Palabras clave:

Modelo soviético, Realidad nacional-nación, Nacionalismo, Nacionalidades.

Abstract

: It presents an approach to the study of the national problem facing the Soviet Model of Nation. It raises considerations about the concepts of national identity, nation, nationalism and nationalities. The historical significance of the Soviet Revolution in 1917 stands out in all that involved organizing a broad set of nationalities in a new model of society.


Keywords:

Soviet model, National-nation reality, Nationalism, Nationalities.

El estudio de la cuestión nacional es de gran interés para las ciencias sociales contemporáneas. Desde el pensamiento marxista Michael Lowy y George Haupt presentan un análisis minucioso acerca del marxismo y la cuestión nacional (Lowy, Michael y Haupt, George. 1982). En el marco de este evento vamos a presentar un intento de aproximación general a esta problemática, la cual reviste una gran complejidad. Procuramos situar nuestras consideraciones en torno a lo que representó el problema de las nacionalidades en el caso de la constitución de la URSS, lo que devino en una organización social que se denomina el modelo soviético.

La complejidad del estudio del nacionalismo ruso es puesto de manifiesto al señalarse que: “El estudio del nacionalismo ruso presenta problemas complejos relacionados con la variedad de manifestaciones que ha adoptado a lo largo de la historia. El problema fundamental, tal vez el más interesante, es dilucidar su grado de conexión, y a la vez su contradicción, con el Estado comunista…” 2

En nuestro acercamiento al tema es importante hacer referencias a categorías conceptuales de análisis, mediante las cuales nos aproximamos al estudio de la cuestión nacional, a saber: identidad nacional, realidad nacional, nacionalismo.

En el proceso de los pueblos constituirse en una realidad nacional (una nación), van construyendo su identidad. Los grupos humanos van asumiendo una manera de ser y de estar en sociedad, unas formas de vivir y de convivir, de organizarse y de luchar.

El análisis y la compresión de la identidad nacional implican considerar las características de la realidad nacional, en la que ésta se construye a través de la promoción un proyecto de nación. Surge así como las manifestaciones que va asumiendo el nacionalismo, en el marco de las pugnas de los intereses que se contraponen en una sociedad.

El concepto de nación requiere tomar en cuenta que en la realidad nacional, en la cual se realizan un conjunto de personas (una población específica) no tan sólo implica relaciones de orden económico, sino que comparten un proceso histórico en el cual se van conformando representaciones ideológicas complejas que se asumen y reproducen.

Al considerar la nación como categoría histórico-social se posibilita superar la concepción de la nación limitada a un territorio y a algunas características étnicas.

Es importante destacar que en el estudio de una realidad nacional, como categoría histórico- social, se reconoce que en ésta se conjugan elementos objetivos tales como: condiciones históricas, socio-económicas, culturales con elementos subjetivos como: Conciencia nacional, voluntad de vincularse a una comunidad, y el sentimiento nacional. Desde un análisis psicosocial de la problemática nacional se hace posible integrar las dimensiones objetivas y subjetivas; lo cual permite comprender la integración de los individuos a los grupos sociales y su participación en los procesos socio-históricos que construyen y dan vida a un proyecto de nación.

La nación es definida, según Henri Tajfel, psicólogo social, como “una categoría social que está determinada por valores sociales y el consenso social, siendo caracterizada por las funciones socio-cognitivas, evolutivas y emocionales, las cuales tienen connotaciones dinámicas y dialécticas”.3  

En relación con lo que implica la práctica nacionalista, es preciso, destacar que estas adquieren connotaciones diferentes, dependiendo de la manera en que el concepto de nación se identifique con el concepto de pueblo. En este sentido, en torno a lo nacional se dan dos tendencias ideológicas claramente diferenciadas: posiciones progresistas y posiciones retrógradas.

Las posiciones progresistas expresan una identificación entre nación y pueblo, reconociendo que la constitución y mantenimiento de lo nacional, implica y requiere una práctica popular. Se valora y demanda la participación de lo popular y los intereses de los sectores populares.

En este sentido, el proyecto de V. I. Lenin, en todo lo que significó el proceso de constitución del modelo soviético de nación, reconoce y destaca el interés del proletariado y de lo popular; lo cual representa un ejemplo de posición progresista.

Las posiciones retrógradas o conservadoras no identifican el concepto de nación con los intereses, con la integración y ni con participación popular. Se sustentan en realidades supra populares como serían la raza, “el espíritu del pueblo”, una voluntad histórica; con lo que se coloca la nación por encima del pueblo. Desde las posiciones conservadoras se manipula lo popular, para el interés de los grupos en el poder; no se asumen los intereses populares, ni una auténtica participación popular.

La Unión Soviética, en todo lo que representan sus características y su historia, constituye un escenario interesante al considerar sus procesos de nación, los cuales han transcurrido por una larga historia y por diferentes procesos sociales en cuanto a modelo de sociedad. De ser un imperio autocrático, con la preponderancia del zarismo, a través de luchas y de un proceso revolucionario, pasa a ser el primer Estado socialista del mundo, surgido de una revolución, inspirada en el interés del proletariado.

La constitución de URSSS y el problema de lo nacional representan una situación compleja, y por demás interesante, si atendemos a las circunstancias siguientes:

1.- La URSS surge del derrocamiento, mediante una revolución inspirada en el marxismo, del Imperio Ruso, un imperio autocrático dirigido por los intereses del Zar. En un territorio vastísimo, en el cual convergen realidades diversas en cuanto a condiciones de vida, tradiciones culturales, lengua… En la Rusia Imperial, en cuanto a lo que sería una identidad nacional, se ponen de manifiesto dos tendencias que, en el recorrido histórico, se antagonizan: la eslavista y la occidentalita.

2.- A partir de la revolución de octubre del 1917 se avanza hacia la constitución de una realidad nacional sustentada en los principios del marxismo-leninismo y los intereses del proletariado.

Lenin, en el 1917, asumió el Consejo de Comisarios del pueblo procurando instaurar una nueva política económica y reformas desde los planteamientos del marxismo. Se propuso la creación de una República de Soviets. Los soviets integraron a campesinos, obreros y soldados.

Reformar la tenencia de la tierra fue uno de los principales propósitos con el interés de superar el modelo semi-feudal que predominó en el Imperio Ruso. Se planteó que toda la producción debía estar en manos del pueblo y se asumió la consigna de “pan, tierra y paz”.

De 1917 a 1922, en un proceso social de luchas tremendas, se fue consolidando el poder de los Soviets. Lenin fue el máximo dirigente “…en la constitución de la República Socialista Soviética Federada de Rusia, aprobada el 10 de julio de 1918 por el quinto Congreso de los soviets de Rusia. En ella se establecía “la dictadura del proletariado rural y urbano, y del campesinado pobre en la forma de un poderoso gobierno soviético de toda Rusia, con vistas a suprimir por completo la burguesía, aboliendo la explotación del hombre por el hombre, y estableciendo el socialismo…” 4

En el 1922 se declaró la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas-URSS. Se va constituir un Estado-Federal en el cual se integraron 15 repúblicas distribuidas en un vastísimo territorio, que pueden considerarse por regiones de la manera siguiente:

a) Las repúblicas ubicadas más al oeste formaban un conjun-

to de siete:

-República Socialista Soviética de Rusia,

-República Socialista Soviética de Ucrania,

-República Socialista Soviética de Bielorrusia,

-República Socialista Soviética de Estonia,

-República Socialista Soviética de Letonia, -República Socialista Soviética de Lituania - República Socialista Soviética de Moldavia.

b) Las repúblicas situadas en la región Transcaucásica son tres:

-República Socialista Soviética de Azerbeidshán, -República Socialista Soviética de Georgia, -República Socialista Soviética de Armenia.

c) Las repúblicas situadas en la región centroasiática son cinco:

-República Socialista Soviética Turkmenistán,

-República Socialista Soviética de Uzbekistán,

-República Socialista Soviética de Tadshikistán, -República Socialista Soviética de Kazakstán, -República Socialista Soviética de Kirqhizia.

En el marco del modelo soviético, y bajo la construcción de una realidad nacional nueva a partir de la Revolución de 1917, se destacaron n las situaciones siguientes:

1) Bajo las posiciones de Lenin

En la constitución de 1918 se asumió organizar el territorio en forma federal. La URSS se encaminó a constituirse en un Estado plurinacional y multiétnico.

En lo que significó, desde una perspectiva marxista, la cuestión de la nación, Manuel Sacristán señala que: “En la tradición leninista, el tema de las nacionalidades quedó claro desde el principio como un problema que no tiene más solución posible que el ejercicio del derecho a la autodeterminación por distintas poblaciones.”5 

Es en el sentido de los planteamientos antes señalados que, en el modelo Soviético, el Estado plurinacional y federal reviste sentido.

En torno a la cuestión nacional, desde el marxismo, se dieron importantes debates en los cuales se buscaba considerar la importancia de la autodeterminación de las naciones, y el papel que tiene la autonomía en el marco del Estado federal, considerando que lo fundamental era privilegiar los intereses del proletariado.

En este sentido cabe destacar la polémica, desde posiciones marxistas, entre Lenin y Rosa de Luxemburgo. En la misma Lenin se ubicaba en la realidad de la URSS y Rosa de Luxemburgo en la realidad de Polonia.

El problema de las nacionalidades representó una preocupación significativa en la construcción del modelo soviético de sociedad. Desde una perspectiva marxista Lenin destacó el interés por constituir una república democrática vinculando la autodeterminación a la unificación del proletariado de todas las nacionalidades en todo lo que implicaba el internacionalismo proletario. Fue así como Lenin procuró superar desviacionismos en torno al problema de las nacionalidades.6  

Los planteamientos de Lenin y de Rosa de Luxemburgo expresaban posiciones diferentes en cuanto a lo que significaban la autodeterminación y la autonomía asumidas desde posiciones comunistas. Las diferencias de posiciones se relacionaban con la referencia a situaciones socio-políticas distintas. En este sentido, como ya dijimos, Lenin se situó en el análisis y consideración de la realidad de la nación Rusa y el carácter opresor de ésta. Por su parte Rosa de Luxemburgo se situó en el contexto de una nación oprimida como Polonia.

Rosa de Luxemburgo, en su texto El Estado nacional y el proletariado, reconoce y destaca el hecho de que en la nación se integran y designan un complejo conjunto de características y bienes espirituales y culturales como arte, literatura, lengua, religión. Rosa de Luxemburgo, a través de sus planteamientos, señala que: “En base a los presupuestos generales del materialismo histórico, la posición de los socialistas respecto a los problemas nacionales depende, en primer término, de las circunstancias concretas de cada caso, que difieren sustancialmente de una nación a otra, y que además sufren variaciones a lo largo del tiempo en cada país.”7 

Lenin, en su texto “Notas críticas sobre el problema nacional”, pone el énfasis en que la nación tiene un significado económico-político, el cual es determinante en última instancia. (Lenin, óp. cit.).

Lenin y Rosa de Luxemburgo coinciden en considerar que no hay nación en tanto una entidad sociopolítica homogénea, y que en ella sí existen clases con intereses antagónicos.

2) Período de Stalin

Durante la jefatura de Stalin se consolida la URSS como Estado-plurinacional. Esto, en medio de las tensiones de la II Guerra Mundial y el papel destacado de la URSS en esta contienda; así como recibiendo la oposición de posiciones capitalistas, tanto al interno de la URSS como desde los países capitalistas de occidente, al avance de un modelo de sociedad, como el modelo soviético, que reivindique los intereses del proletariado y de las clases oprimidas. En estas condiciones, en el modelo soviético, se enfatizó el centralismo, el burocratismo y el autoritarismo, lo cual se contrapone al avance de aperturas democráticas y abrió espacio para directrices de políticas represivas.

La URSS surgida de una situación de atraso socio-económico logró avanzar una revolución socialista, con el interés de dar paso a reformas y políticas socialistas en beneficio de las grandes mayorías de su población, llegando a convertirse en una potencia mundial durante décadas.

Al analizar, para el período de Stalin, Josef Fontana, señala lo siguiente: “Que desde el exterior se percibiese tan sólo la imagen política de los “procesos de Moscú” y de las confesiones con que los acusados recibían las condenas, ayuda explicar que el modelo soviético siguiese conservando la capacidad de ilusionar amplios sectores de las capas trabajadoras del mundo entero, y que fuese percibido como una amenaza por los dirigentes de un capitalismo en crisis.” 

3) Desintegración de la URSS

Luego de períodos de ingentes esfuerzos por mantener el modelo soviético, en 1991 dimitió como presidente Gorbachov, acelerándose de manera estrepitosa la disolución de la URSS.

En todo lo que significó la destrucción de la URSS, proceso en el que se conjugaron condiciones internas y externas, se destacó el hecho de que: “…la dimisión del presidente Gorbachov, último acto en el ya vertiginoso proceso de disolución de la URSS. La rápida descomposición del Estado soviético pilló desprevenidas a muchas Repúblicas que, aunque pedían su independencia no estaban preparadas para ella. Esta es la causa de que Rusia sigue controlando en buena medida el antiguo espacio soviético…”.8

Estudiar el modelo soviético, el significado y la trascendencia de su establecimiento, es de una gran importancia para humanidad; ya que la búsqueda de un modelo de sociedad que persigue poner la organización social al servicio de los intereses y el bienestar de las masas trabajadoras representa una búsqueda relevante en pos de un mundo más equitativo y sin explotación en beneficio de unos pocos. Lo que significa ese primer intento de una sociedad verdaderamente socialista se nos presenta como una tarea encomiable, heroica. Conocer su historia y reflexionar en torno ella, brinda la oportunidad de fortalecernos en la viabilidad de un modelo de sociedad que supere el modelo capitalista, abriendo caminos de esperanza para la construcción de una sociedad más justa, más igualitaria y más humana.

Notas

  1. Ponencia presentada en el “Seminario 100 años de la Revolución Socialista de Octubre y su incidencia en la sociedad dominicana”, organizado por el Instituto de Historia de la UASD, 7 de noviembre 2017.
  2. Záiter, Alba Josefina 2001. Pp. 19-21.
  3. Fontana, Josep. 2017. p. 69.
  4. Sacristán, Manuel. 2017. p. 1.
  5. Lenin, V. I. Obras Escogidas. Tomo III
  6. El pensamiento de Rosa de Luxemburgo. Edición electrónica de Lorenzo Peña (España Roja, www.eroj.org/biblio/Luxemburgo.htm.
  7. Fontana, Josep. 2017. p. 210.
  8. González Calvar, Cristina. 2002. p. 141

Referencias

Aubert, María José. El pensamiento de Rosa de Luxemburgo. Antología. Barcelona: Editorial Del Serbal, 1983.

Fontana, Josep. El Siglo de la Revolución. Barcelona: Editorial Planeta, 2017.

González Calvar, Cristina. ¿Por qué surge el fenómeno nacionalista en Rusia? Cuadernos Const. de la Cátedra Frádique Furio Ceriol No.41/42. Valencia: 2002/2003, 2003.

Lenin, V. I. Acerca del problema de las nacionalidades. Obras Escogidas. Tomo III. Moscú: Editorial Progreso, 1961.

Lowy, Michael y Haupt George. Los marxistas y la cuestión nacional. Barcelona: Editorial Fontana, 1982.

Peña, Lorenzo, El pensamiento de Rosa de Luxemburgo. Edición electrónica. España Roja. www.eroj.org/biblo/Luxemburgo/htm. (Consultada el 4 de noviembre 2017).

Sacristán, Manuel. “Sobre la Cuestión Nacional”. Rebelión 0312-2010. www.Rebelión.org. (Consultada el 3 de noviembre de 2017).

Sánchez García, Raquel. “Nacionalismo ruso y régimen soviético. Espacio, tiempo y forma”, serie V, Historia Contemporánea, t. 12. págs. 303-334. Madrid: Facultad de Geografía e Historia, Universidad Complutense de Madrid, 1999.

Záiter, Alba Josefina. La Identidad Social y nacional dominicana: un análisis psicosocial. Santo Domingo. Edit. Taller, 2001.