Revista ECOS UASD, Año XXV, Vol. 1, No. 15 Enero-junio de 2018 • Sitio web: https://revistas.uasd.edu.do/

Aporte de los egresados de los antiguos países socialistas al desarrollo socioeconómico de la República Dominicana

DOI: https://doi.org/10.51274/ecos.v25i15.pp269-283

César Cuello es Egresado de Filosofía de la Universidad Estatal de Moscú «Lomonosov». Tiene un doctorado en Urbanismo y Políticas Públicas con énfasis en desarrollo sostenible de la Universidad de Delaware, Estados Unidos. Fue director de la Facultad Latino Americana de Ciencias Sociales, FLACSO. Es profesor investigador de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD. Es autor, entre otros, del texto Ética, ciencia y tecnología.

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Cómo citar:Cuello Nieto, César. 2018. «Aporte de los egresados de los antiguos países socialistas al desarrollo socioeconómico de la República Dominicana». Revista ECOS UASD 25 (15):269-283. Doi: https://doi.org/10.51274/ecos.v25i15.pp269-283

Resumen

Entre los años 1966 y 1992, cuando se derrumbó la Unión Soviética y el llamado campo socialista, el Partido Comunista Dominicano (PCD) llevó a cabo un ambicioso programa de becas a jóvenes dominicanos para estudiar en esos países. Durante ese período, cientos de profesionales dominicanos egresaron de universidades y centros de educación superior de dichos países. El presente trabajo es un esfuerzo por documentar y hacer explícitos los aportes que los profesionales egresados del entonces campo socialista han estado haciendo al desarrollo socioeconómico de la República Dominicana.


Palabras clave:

Programa de becas a los países socialistas, profesionales egresados del campo socialista, aporte de los egresados al desarrollo socioeconómico de República Dominicana.

Abstract

Between the years 1966 and 1992 when the Soviet Union and the so-called socialist camp collapsed, the Dominican Communist Party (PCD) carried out an ambitious scholarship program for young Dominicans to study in these countries. During this period, hundreds of Dominican professionals graduated from universities and higher education centres in these countries. The present work is an effort for documenting and making explicit the contributions that the professionals graduates of the then socialist field have been doing to the socioeconomic development of the Dominican Republic.


Keywords:

Scholarships Program to the socialist countries, professionals graduated from the socialist field, contribution of the graduates to the socioeconomic development of the Dominican Republic.

Introducción

En 1966, un año después del estallido popular del 24 de abril de 1965 y de la subsiguiente intervención de los Estados Unidos a la República Dominicana, el Partido Comunista Dominicano (PCD) inició un ambicioso programa de becas de estudiantes dominicanos hacia los antiguos países del campo socialista. Vale señalar que, antes de esa fecha, varios dominicanos viajaron a cursar estudios en estos países, enviados por el Partido Socialista Popular, organización de donde surge, luego de la contienda de abril de 1965, el PCD. Durante el período de 19661992, tiempo que duró el programa de becas, más de 1000 (mil) dominicanos y dominicanas egresaron de universidades e institutos superiores y técnicos medios de estos países.

El programa se inició con 12 becados el primer año (1966); luego, este número fue aumentando con los años gracias, tanto al buen desempeño de los becados, como a las permanentes gestiones de la dirección del PCD para ampliar la cobertura del programa a la mayor cantidad posible de estudiantes dominicanos. Este crecimiento vertiginoso llevó a alcanzar cifras récords de más de 100 becados por año, específicamente durante los años ochenta. Otra circunstancia que a nuestro entender contribuyó a la ampliación rápida del número de becados fue la condición de legalidad en que se desarrolló el programa de becas luego de la caída del régimen represivo de los doce años de gobierno de Joaquín Balaguer (1966-1978).

Hay que registrar que, durante ese régimen, el reclutamiento, selección y envió de los becados se hacía en las difíciles condiciones de la clandestinidad, debido a la oprobiosa prohibición oficial que impedía a los y las dominicanas viajar libremente a aquellos países. Difícil y tortuoso era también el retorno al país de los profesionales que egresados y, desde luego, su consiguiente inserción al mercado laboral. En muchas ocasiones, el egresado tenía que vivir por varios años en terceros países hasta que se consiguiera que el gobierno le levantara el impedimento de entrada al país. Afortunadamente, al caer el régimen balaguerista, y legalizadas las actividades de las organizaciones de la izquierda, el reclutamiento y selección de los becados se hizo abierta y masiva, ampliándose el acceso a las becas de jóvenes de los más diversos estratos sociales, muy particularmente, de lugares apartados y condiciones económicas precarias, que les impedían muchas veces realizar estudios en el país.

El presente artículo recoge la evolución y resultados de este programa de becas, pero de manera particular, el desempeño y aporte de los profesionales egresados de los países socialistas al desarrollo socioeconómico de la República Dominicana. El soporte empírico del presente artículo lo constituye una consulta realizada a una muestra de 82 profesionales egresados de los referidos países, insertos en distintas esferas de la vida económica, académica y social del país, así como un conjunto de entrevistas a un número de destacados profesionales de este grupo.

La visión estratégica del programa de becas

La visión estratégica del programa de becas hacia los entonces países socialistas era formar profesionales del más alto nivel, con capacidad para dar su mejor aporte al desarrollo del país en distintas esferas del hacer y el pensar. Sin embargo, a pesar de que en principio el programa estaba abierto a todas las disciplinas, era obvia la orientación desarrollista y tecnocrática que le imprimió la dirección del PCD, lo que se expresaba en un amplio predominio de las carreras ingenieriles y tecnológicas en general (ver Tabla 1).

En una consulta realizada a una muestra de 82 egresados de los países en cuestión, se encontró que el 68.3% pertenece a distintas ramas de las profesiones tecnológicas e ingenieriles. La carrera más numerosa de esta muestra, luego de las tecnológicas e ingenieriles, corresponde a ciencias de la salud, con un 11%, seguida de las ciencias sociales y humanidades, con un 8.5%. Por último, están las ciencias naturales y matemáticas, artes y negocios, con 7.3%, 3.7% y 1.2% respectivamente (Ver Tabla 1). Debido a la orientación tecnocrática del programa de becas, como ya se indicó, es muy probable que la tendencia de esta muestra se mantenga al acercarse al universo de todos los egresados.

El énfasis estratégico del programa estuvo en el otorgamiento de becas para carreras ingenieriles y tecnológicas que no se impartían en el país o en aquellas a las que tenían poco acceso los sectores sociales de menores ingresos económicos como ingeniería de aviación, ingeniería de minas, ingeniería química, eléctrica, mecánica, electrónica, tecnología de alimentos, petróleo, entre otras. También se hizo énfasis, si bien en menor medida, en carreras de ciencias básicas y aplicadas como la física, matemáticas, biología, bioquímica, microbiología, alimentos, zootecnia, economía agrícola, etc.

En el campo de la medicina, el programa tenía una línea estratégica clara de enviar becados sólo a realizar estudios de postgrado, particularmente en especialidades como pediatría, urología, neurocirugía, cirugía torácica, cardiología y cirugía cardiovascular, ortopedia y traumatología, psiquiatría, entre otras. Con esta estrategia se buscaba que, al volver al país, estos egresados pudieran hacer un aporte relevante al desarrollo del conocimiento en las ciencias de la salud. Vale decir, no obstante, que, a pesar de esta línea de solo enviar estudiantes de posgrado en la carrera de medicina, una vez en el país donde iban a estudiar, algunos becados de pregrado se las ingeniaban para cambiar a la carrera de medicina, lo que por lo general conseguían sin mucha dificultad.

Dentro de la visión del programa, las ramas menos favorecidas fueron siempre las ciencias sociales y las humanidades, si bien egresaron algunas personas de carreras como historia, filosofía, economía, sicología y derecho internacional. Importante es señalar, sin embargo, que una gran parte de los que estudiaban en estas áreas llegaron originalmente a realizar estudios en carreras ingenieriles o tecnológicas, pero fracasaban en ese empeño por deficiencias en su formación sobre todo en matemáticas y física, por lo que automáticamente las autoridades educativas les recomendaban irse a realizar estudios de nivel técnico medio o una disciplina de las áreas de ciencias sociales o humanidades. Esta circunstancia no cuestiona, desde luego, la calidad de los egresados que llegaron por esta vía a las ciencias sociales y las humanidades, ya que, en fin de cuentas, todo dependía de la dedicación y del esmero particular de cada quien. El PCD tampoco objetaba estos cambios, ya que se consideraba más beneficioso para el país que un becado estudiara una carrera social, humanística o de nivel técnico medio a que regresara totalmente fracasado. Cierto que de todos modos hubo algunos fracasos, pues en ocasiones la persona no tenía real vocación por las disciplinas sociales y humanísticas, pero se decidían solo por no estudiar una carrera de nivel técnico medio, lo cual, en la mentalidad de muchos era considerado como una formación profesional de menor prestigio social.

Los procedimientos para la selección de los becados

Como se expuso más arriba, una vez legalizadas las actividades de izquierda en 1978, el proceso de reclutamiento y selección de los becados se comenzó a hacer de manera legal. Se anunciaba por los medios de comunicación la apertura del proceso y los requisitos que debían cumplir los aspirantes a becas. Primeramente se hacía una preselección a partir de las calificaciones, que debía ser sobre 80 puntos. Luego, se convocaba a los preseleccionados a tomar pruebas escritas y orales. A los que resultaban seleccionados se les hacían estudios médicos para asegurarse que estaban en perfecta salud física y mental. Todo este proceso lo llevaba a cabo la Comisión de Becas, conformada por profesionales afines al PCD, muchos de ellos egresados de las antiguas repúblicas socialistas.

La formación recibida

La educación superior en los antiguos países socialistas y en Cuba se destacó por su calidad. La formación teórico-práctica en todas las carreras garantizaba un profesional del más alto nivel, capaz de continuar aprendiendo por sí solo y de competir con éxito no sólo en la República Dominicana, sino en cualquier país del mundo. Prueba de ello son todos aquellos que se han destacado en el país, tanto en las áreas tecnológicas como en las artes, en las ciencias médicas, en ciencias naturales y matemáticas, en las ciencias sociales y las humanidades. Esto se percibe, también, en todos aquellos que realizaron estudios ulteriores de postgrados en los Estados Unidos, Europa y otros países. Digno de mencionar es también la sólida formación integral y la amplia visión del mundo, así como los valores de integridad, de solidaridad, trabajo en equipo y compromiso social y humano recibido por la mayoría de los egresados de aquellos países. Esto último se pone de manifiesto en los importantes aportes profesionales y en la trayectoria de vida personal de gran parte de éstos.

La fuerte disciplina de trabajo y los sólidos principios metodológicos obtenidos, así como la amplia formación teóricoconceptual, expresa la mayoría de los consultados, les ha permitido adaptarse a los cambios a que se han visto sometidos en distintos contextos y momentos de su vida profesional. También valoran la riqueza del ambiente cultural en el que vivieron, el dominio de otro idioma y el fácil acceso al mundo y los medios culturales de estos países. Durante las numerosas prácticas de campo, muchos tuvieron la oportunidad de conocer mejor la forma de pensar de los pueblos y comunidades que los acogieron, lo que les permitió compenetrarse con ellos y enriquecerse culturalmente. Otro elemento que muchos valoran positivamente es la oportunidad que tuvieron en algunos países de trabajar junto a la gente local, lo que también les ayudó a conocer mejor su cultura y formas de vivir.

Otros ponderan como altamente positiva la manera sistematizada de aprender en que estuvieron inmersos, el entrenamiento en la capacidad creativa y en la actividad de pensar en función de la aplicación de conocimientos y la solución de problemas. Asimismo, valoran como muy provechosa la disciplina y la inmersión a tiempo completo en el estudio, el respeto por el conocimiento y la humildad para reconocer las fallas cometidas, valores éstos muy arraigados en la cultura académica de los antiguos países socialistas.

La inserción en el país

La inserción de los profesionales no fue fácil para muchos. Durante el tiempo de los gobiernos balagueristas, la discriminación y exclusión fueron notorias, comenzando por la dificultad para reingresar al país. Luego, venía el estigma por haber estudiado en los países socialistas, de los cuales, además del gran desconocimiento de su verdadera realidad por parte de la mayoría de la población, se decían por lo general más cosas negativas que positivas.

Obtener trabajo en esas condiciones era realmente difícil. La excepción a la regla lo fue siempre la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en donde, si bien existían algunos prejuicios ultraizquierdistas y derechistas que se oponían, por lo general se respetó y se dio cabida a los profesionales egresados del campo socialista. La reputación y el espacio ganados por los egresados en la comunidad académica de la Universidad Autónoma de Santo Domingo han llevado a cuatro de ellos a alcanzar la máxima posición de esta alta casa de estudios, la de Rector Magnífico. Me refiero al Dr. Julio Ravelo Astacio, al Dr. Edylberto Cabral, al Ingeniero Miguel Rosado y al Dr. Porfirio García. Otros son y han sido decanos, directores de escuelas y departamentos, funcionarios administrativos, directivos de asociaciones de profesores y de la Federación de Asociaciones de Profesores de la UASD, como es el caso del eminente médico y científico Dr. Dionisio Soldevila.

Otra dificultad que han tenido que sortear los egresados ha sido la enorme diferencia entre las realidades socioeconómicas, educativas y culturales de los países socialistas y la de República Dominicana. La mayoría de éstos, tanto del nivel de postgrado como de pregrado, fue formada no sólo para aplicar conocimientos y habilidades, sino también para investigar y escudriñar la realidad. Sin embargo, el país no les ha ofrecido muchas condiciones para desarrollar esta parte de su formación, debido a la conocida debilidad en materia de investigación científica y en investigación y desarrollo tecnológico (R&D). Es importante tomar en cuenta que muchas de las carreras y especialidades que estudiaron una gran parte de los egresados se enfatizaban y estimulaban, dentro de la estrategia del programa de becas, con una visión de futuro, pensando en la inminencia de un cambio de la sociedad dominicana al socialismo, lo que provocaría de inmediato una gran demanda de estos profesionales. Este viraje al socialismo sin embargo nunca sucedió, y estos profesionales, de muy alto nivel, regresaron a una sociedad con unas débiles estructuras técnico-productivas y científicas y por ende, con una muy escasa demanda de sus conocimientos y habilidades.

Esto explica, en parte, por qué muchos egresados se han ido del país en busca de mejor suerte dado que no pudieron integrarse satisfactoriamente al mercado laboral local; otros emigraron de carrera y se encuentran desarrollando actividades muy alejadas de lo que estudiaron, en tanto que otros, con carreras tecnológicas, ingenieriles y científicas, entre otras, han ido a parar a las universidades, en donde su principal labor es la docencia, muchas veces en condiciones deplorables y con auditorios estudiantiles con grandes deficiencias.

Haber estudiado en otra cultura y en otro idioma fue, para muchos, otro obstáculo a superar, pues estaba de por medio la transferencia de conocimientos, habilidades y destrezas que se operativizan a través del lenguaje, más específicamente, de la comunicación oral y escrita. Pero resulta que muchas de las expresiones y términos técnicos y científicos aprendidos no tenían necesariamente un equivalente en idioma castellano, haciendo más difícil el proceso de adaptación e inserción al medio dominicano.

En el campo de la salud, nos dice el Dr. Dionisio Soldevila, sobresale, desde siempre, el escaso interés gubernamental por la solución de los problemas. Existe, según él, una pobre disciplina laboral y gran ausencia de competencia académica y científica en los centros laborales en el área de la salud, lo que sin dudas hace más difícil a los egresados aplicar sus conocimientos y continuar desarrollándose profesionalmente. (Soldevila, 2008).

A pesar de todos estos obstáculos y de que más de un 40% de los egresados consultados para este estudio expresa haber confrontado problemas para insertarse al mercado de trabajo en su área, la reválida o convalidación de los títulos obtenidos no ha encontrado muchas dificultades para la mayoría. Sólo un 22% indica haber tenido dificultades para completar este proceso (Ver Tabla 2). Esto último tiene sentido si tomamos en cuenta que la mayoría de los egresados son de las áreas tecnológica e ingenieril, las cuales caen por lo general dentro de los dominios del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores, (CODIA), una entidad profesional bien organizada y con requisitos claros de pertenencia y la cual, hasta donde pudimos indagar, nunca puso obstáculos para revalidar y reconocer los títulos de los egresados de los países socialistas.

Los aportes al desarrollo nacional

Las dificultades que se acaban de exponer, sin embargo, no han sido óbice para que los profesionales egresados de los antiguos países socialistas hagan su mejor esfuerzo y den lo mejor de sí en aras del desarrollo del país. Ello no ha impedido que una gran parte de éstos se destaque en sus respectivas profesiones. De la muestra consultada, más del 60% indica haber transferido los conocimientos adquiridos, lo que significa que han tenido la oportunidad, primero, de trabajar en su área de especialidad y, segundo, adaptar y aplicar de forma innovadora y creativa lo aprendido (Ver tabla 3).

Así, tenemos ingenieros y tecnólogos destacados en el área de la construcción de obras civiles, en minería, en la producción de alimentos, en energía, entre otras. Tenemos eminentes médicos que se han destacado en ramas como la neurología y neurocirugía, en cardiología, traumatología, urología, oncología, etc. Contamos con destacados científicos sociales y artistas de gran talento y creatividad, que han hecho y continúan haciendo importantes aportes al país. Contamos con eminentes científicos investigadores y educadores que son ejemplos de creatividad, dedicación y compromiso con el avance del conocimiento y con la formación de las nuevas generaciones de profesionales de la sociedad.

Pero los profesionales egresados de los antiguos países socialistas no se han quedado estancados en lo aprendido durante sus estudios allí realizados, pues una buena parte de ellos ha continuado estudios de postgrado o especialización dentro o fuera del país. De la muestra consultada, aproximadamente un 33% dice haber realizado estudios adicionales. (Ver tabla 4)

Los egresados que se han dedicado a la educación, particularmente en las mejores universidades del país, han contribuido a la formación de miles de nuevos profesionales en todas las carreras que en ellas se imparten. En estas academias destaca el trabajo de prominentes matemáticos, físicos, químicos, biólogos, microbiólogos, ingenieros, médicos, economistas, historiadores, sociólogos, sicólogos, entre otros, que prestigian no sólo a estas instituciones, sino también a todo el conglomerado de los egresados dominicanos de aquellos países.

Muchos egresados han sido o son altos funcionarios del Estado, en tanto que otros son emprendedores y creadores de sus propias empresas y negocios. Como emprendedores se destacan algunos empresarios exitosos e innovadores, como es el caso de César Aybar, egresado de la Universidad Lomonosov de Moscú en el área de química. Aybar ha desarrollado y/o participado en unos 20 proyectos de investigación, dentro de los cuales se han graduado unos 50 estudiantes de la Escuela de Ciencia e Ingeniería de diferentes Universidades. Ha realizado unas 10 transferencias tecnológicas que han resultado en innovaciones de nuevos procesos y productos y ha construido, con la colaboración de algunos amigos, dos empresas que hoy se encuentran realizando su trabajo y aportando de alguna manera su fruto a la economía y al desarrollo del país.

Otros egresados han realizado importantes trabajos de fortalecimiento del sector público, dejando su impronta en diversas instituciones, como es el caso del Ingeniero Héctor Radhamés, quien laboró por varios años en la Dirección General de Minería, donde realizó un mapa geológico de los yacimientos de Ámbar en la Región del Valle, Sabana de la Mar y contribuyó a la formación de la cooperativa minera para la extracción de ámbar en esa región. Fue, además, el constructor de la planta de tratamiento de flujo invertido en Maguana, San Juan de la Maguana, y participó activamente en la elaboración del ante-proyecto de ley para la creación de la Secretaría de Estado de la Vivienda, Asentamientos Humanos y Edificaciones.

En el campo de la salud, según expone el Dr. Dionisio Soldevila: “practicando lo aprendido en lo relativo a la disciplinaestudio-trabajo hemos contribuido a formar centenares de profesionales de la salud, quienes al encontrarnos nos expresan su agradecimiento porque aprecian el empeño que hemos puesto en su preparación como médicos”. Como parte de su contribución al desarrollo de las ciencias médicas en el país, el Dr. Soldevila destaca el Departamento de Anatomía y Cirugía Experimental en el hospital Salvador B. Gautier del IDSS, que, según indica, ha permitido formar cirujanos críticos y conocedores eficientes de la anatomía humana y de la patología quirúrgica, elementos básicos para egresar en calidad de cirujanos bien formados. Señala, además, como su aporte más sobresaliente, el presentado en París ante los académicos de la Sociedad Anatómica de París, en el Instituto de Anatomía de la Universidad René Descartes, en Francia, en Febrero de 2006. Los primeros descubrimientos en el área de anatomía desde el Congreso de Basilea de 1895. El Tríceps de Soldevila y el Tendón de Soldevila del extensor común de los dedos.

Por su parte, el Dr. Osvaldo Marté Durán, otro eminente médico, quien realizó sus estudios de postgrado en Neurocirugía en Bulgaria y orientó su práctica profesional tanto a la formación de nuevos profesionales como al desarrollo de la neurocirugía en el país. Al regresar a la República Dominicana, el Dr. Marté Durán inició la enseñanza de un programa actualizado de Neuroanatomía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Aquí introdujo, además, la práctica de la neuroanatomía, que no existía en ese entonces en la carrera de medicina de esa universidad. Introdujo nuevas metodologías de la enseñanza de la neuroanatomía en la universidad, estimulando a las nuevas generaciones de médicos de la institución a inclinarse por estudiar y especializarse en esta rama de la medicina. El Dr. Marté Durán también organizó e introdujo el servicio de neurocirugía en el Hospital Dr. Darío Contreras y se convirtió en Jefe de este servicio. Dentro del Servicio de neurocirugía se creó el Programa de Residencia en Neurocirugía, introducido y coordinado también por el Dr. Marté Durán. Fue además jefe de enseñanza del Hospital Dr. Darío Contreras y es miembro de la Sociedad de Neurocirugía.

No cabe duda de que los profesionales egresados de los antiguos países socialistas han hecho y continúan haciendo un importante aporte al país y a aquellos países donde han tenido la oportunidad de aplicar sus conocimientos. No exageramos si decimos que somos parte muy significativa del patrimonio profesional e intelectual con que cuenta nuestro país y cuyos frutos se muestran no sólo en los ejemplos que hemos mencionado, sino en muchos otros que se encuentran dispersos en toda la geografía nacional.

ANEXOS

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Referencias

César Aybar, entrevistado por César Cuello, octubre de 2008, Santo Domingo, República Dominicana.

Narciso Isa Conde, entrevistado por César Cuello, octubre de 2008, Santo Domingo, República Dominicana.

Dr. Osvaldo Marté Durán, entrevistado por César Cuello, octubre de 2008. Santo Domingo, República Dominicana.

Ing. Héctor Radhamés, entrevistado por César Cuello, octubre de 2008, Santo Domingo, República Dominicana.

Dr. Dionisio Soldevila, entrevistado por César Cuello, octubre de 2008, Santo Domingo, República Dominicana