Revista ECOS UASD, E C O S Órgano del Instituto de Historia de la UASD Año XXVI, Vol. 1, No. 17 Enero-junio de 2019 • Sitio web: https://revistas.uasd.edu.do/

Avances en la enseñanza-aprendizaje de la Historia: algunas experiencias.

Advances in the teaching-learning of History: some experiences

DOI: https://doi.org/10.51274/ecos.v26i17.pp57-87

,

Recibido: Aprobado:

UASD Jurnals - Open Access

Cómo citar:Maza Miquel, Manuel Pablo. 2019. «Avances en la enseñanza-aprendizaje de la Historia: algunas experiencias». Revista ECOS UASD 26 (17):57-87. Doi: https://doi.org/10.51274/ecos.v26i17.pp57-87

Resumen

Se descarta la memorización para insistir en la construcción de conocimientos y la participación en aprendizajes significativos. Los cursos de historia que logran metas a largo plazo: despiertan la curiosidad de los participantes, garantizan una asimilación personal, gradual y permanente, priorizan la posibilidad de mostrar la relevancia de determinados aconteceres para la vida actual, relacionándolos con experiencias vitales de los integrantes de ese esfuerzo intelectual. Para romper las burbujas de los mundos apartes juveniles y ayudar a la formación de ciudadanos como lo pretendiera Daniel Cossío Villegas, necesitamos conocer su mundo y esforzarnos en problematizarlo. Valiéndose del ejemplo de un curso sobre siete revoluciones y se presentan las intenciones formativas de la historia, las tareas y competencias necesarias del docente de Historia. Se sugieren algunas actividades que fomentan aproximaciones sucesivas a determinados procesos y figuras históricas. Se ofrecen también algunas evaluaciones de participantes en estos cursos y una bibliografía.

 


Palabras clave:

memorización, construcción de conocimiento, historia para interesar, pensamiento crítico, aprendizajes autónomos.

Abstract

Memorization is dismissed to insist on the construction of knowledge and participation in meaningful learning. The history courses that achieve long-term goals: arouse the curiosity of the participants; guarantee a personal, gradual, and permanent assimilation; prioritize the possibility of showing the relevance of certain events for the current life, relating them to important experiences of the members of that intellectual effort. In order to burst the youth´s bubbles of the worlds apart and help the formation of citizens as Daniel Cossío Villegas intended, we need to know their world and strive to problematize it. Using the example of a course on seven revolutions, the formative intentions of history, as well as the necessary tasks and competencies of the history professor are presented. Some activities that encourage successive approaches to certain processes and historical figures are suggested. Some evaluations of participants on these courses and a bibliography are also offered.


Keywords:

memorization, building knowledge, history to arouse interest, critical thinking, autonomous learning

Introducción

¿De dónde vengo y a dónde quisiera llegar?

(ver el apéndice primero)

¿De dónde vengo? Durante años impartí un curso que se pudiera titular, “De Cro Magnón a Gorbachov en 40 horas”. Era imposible cubrir tantos temas. El curso recorría una panorámica superficial. Para muchos estudiantes su tarea se limitaba a memorizar algunos contenidos que les permitieran salir del paso. El disfrute y el interés por el conocimiento histórico eran escasos y, por igual, el trabajo de los temas estudiados, a los cuales se les daba un tratamiento epidémico, difícilmente daba cuenta de la complejidad de los procesos, ni de la originalidad de los personajes y mucho menos de su relevancia iluminadora para el presente.

¿A dónde quisiera llegar? Deseo realizar un esfuerzo para que todos construyamos conocimientos y fomentemos aprendizajes significativos. “El aprendizaje significativo se da cuando los alumnos perciben el mensaje en relación con sus conocimientos previos y con su experiencia.”  Se pretende formar, en la medida de lo posible, investigadores críticos, motivados y autónomos. Se procura auspiciar la curiosidad, “genios como Galileo o Newton cultivaron su curiosidad sin obsesionarse por lo útil y el beneficio. De hecho, los descubrimientos fundamentales que han revolucionado la historia de la humanidad son fruto, en gran parte, de investigaciones alejadas de cualquier objetivo utilitarista.” 

1. El objetivo de este curso

“La asimilación para toda la vida de la metodología y competencias de la historia depende de experiencias positivas. Este curso brinda la oportunidad al estudiante de acceder a la historia moderna y contemporánea de Occidente, enfocando su esfuerzo alrededor de 7 procesos revolucionarios que acarrearon cambios dramáticos en las sociedades donde ocurrieron. Dado que los procesos revolucionarios y conflictos escogidos ocurrieron durante los siglos XVI (1); XVII (2); XVIII (2); y XX (2) se estima que servirán para una sólida y motivadora introducción a las transformaciones más relevantes de esos siglos. En cada evolución revolucionaria el participante tendrá ocasión de leer por lo menos un texto de algunos de los protagonistas mayores de esos procesos. Esa lectura vendrá acompañada de un material que servirá para conocer de manera suficiente el marco histórico en el que ocurrió cada transformación estudiada. En cada proceso se estudiará lo económico, lo social, lo político y lo cultural con énfasis en lo religioso.”

Concretamente, el curso desarrolla ciertas competencias, valores, actitudes, mientras aborda procesos históricos . Se prioriza el interesar, hacer ver la relevancia de determinados aconteceres para: lograr metas a largo plazo; despertar la curiosidad, garantizar una asimilación personal, gradual y permanente; generar procesos de aprendizajes autónomos6; y favorecer la asimilación de competencias. El curso aspira a que el saber histórico incida en el conocimiento, las destrezas, actitudes y valores de los participantes. “La transmisión didáctica va en efecto a privilegiar el logro, la continuidad y la síntesis”6

2. Presupuestos de este tipo de curso de historia

El centro lo ocupan los estudiantes y los aprendizajes. Es necesario conocer el mundo de los estudiantes y empezar por sus conocimientos y experiencias.

Estos cursos de historia tienen la intención de formar ciudadanos. Daniel Cossío Villegas lo planteaba así en aquel momento de la historia mexicana que le tocó vivir:

“… la revolución nos creó, y mantuvo en nosotros por un tiempo largo, largo, la ilusión de que los intelectuales debíamos y podíamos hacer algo por el México nuevo…” 7. La generación 

6 Ya en 1987 el recientemente fallecido historiador, Dr. Fernando Picó, S.J., insistía en la importancia del interesar a los estudiantes para que continuasen investigando por su propia cuenta. ver: “Enseñanza de la historia”, Conferencias Dictadas por el Dr. Fernando Picó, Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2 y 3 de julio de 1987. Agradezco a la profesora, Dra. Ana M. Haché, que me facilitara la versión digital de la primera de las conferencias.

de Cossío Villegas intentó empoderar a los marginados para luego “lanzarlos a la corriente de la cultura universal”. Más adelante, aclara aún más cómo concebía su tarea a realizar. “… una acción educativa costosísima, para dar a todos los mexicanos una conciencia común de su pasado, de sus intereses y de sus problemas.”9

Esforzarse por problematizar; tratar de romper la burbuja de los mundos apartes y redes ajenas a la problemática nacional, regional y mundial.

Que los estudiantes no se queden en la memorización. No se trata de que repitan, sino de que construyan autónomamente su respuesta personal. Hemos de evitar las preguntas que se respondan con el “copiar y pegar”, o recitando pedazos de textos sin razonar.

Se busca propiciar la argumentación.

Con este tipo de curso se pretende: comprender para explicar, responder, resolver, incidir, plantear nuevos interrogantes, “que las nuevas generaciones encuentren en las asignaturas de Ciencias Sociales un marco para aprender a razonar, preguntar y criticar, y para ello trabajar con casos, problemas, simulaciones, etc.” 8

9 “La Crisis de México”, publicado por primera vez en Cuadernos Americanos, Año VI, 6 de marzo de 1947, tomado de Daniel Cossío Villegas, El Intelectual mexicano y la política, (México: Editorial Planeta Mexicana, 2002), 35.

¿Por qué tanta insistencia en la participación de los estudiantes? Basta señalar lo que no resuelven las clases expositivas: “… no son las más adecuadas para que los estudiantes desarrollen capacidades como buscar, seleccionar, organizar y presentar información, trabajar en equipo, afrontar y resolver problemas reales, aplicar técnicas y destrezas prácticas, desarrollar el pensamiento crítico u otras habilidades. Por tanto, a lo largo de un curso posiblemente sea necesario complementarlas utilizando también otros métodos didácticos.” 9

¿En qué consiste una “buena didáctica de la Historia”? Patricia Mariel del Regno, siguiendo a G. Festernmacher la sintetiza así:

“Orienta y guía de manera eficaz a los estudiantes en las tareas de su propio aprendizaje y ofrece un saber valioso, actualizado, con sentido, que se orienta a la comprensión de los significados de los contenidos. En una buena enseñanza el docente es consciente de los objetivos de la misma, en una situación concreta y asume que su enseñanza deber contribuir a la vida de los alumnos, a propósitos formativos más amplios que el conocimiento de su disciplina". 10

3. ¿En qué consiste el conocimiento histórico?

Una definición útil: “El método que proponíamos ya en el primer Occidente [ya en 1992 tenía 5 ediciones] arranca de una idea básica: el conocimiento histórico consiste en una serie de aproximaciones sucesivas a una realidad sumamente compleja, la realidad histórica. Estas aproximaciones pueden lograrse mediante las realizaciones de ejercicios en los que se desarrollen una serie de operaciones mentales que ofrece la historia. La realización de tales ejercicios tiene, por lo tanto, una doble finalidad didáctica: el desarrollo de una serie de capacidades mentales y el manejo de los datos y hechos históricos hasta que se consiga un cierto grado de asimilación. Este método puede aplicarse en niveles de profundidad diferentes: desde luego, cuando más material se maneja sobre un determinado tema histórico, más y mejor se le conoce. La experiencia lleva a proponer dos modelos de trabajo: uno para un nivel elemental (posibilidad mínima) y otro para un nivel de mayor profundidad (posibilidad máxima).” 11

4. Tareas del profesor

Estas son las indicaciones concretas a todo docente de la historia:

—Posibilite la comunicación en el aula.

—Construya un ambiente distendido para el diálogo, el debate, la información, la propuesta y la crítica.

—Establezca un consenso mínimo acerca de las características de los intercambios: breves, respetuosos, razonados, conscientes de lo presentado por otros y abiertos a ser enriquecidos por otros.

—Cree un grupo de correos, así posibilitará las tutorías y los foros.

—Refiera a una página o plataforma.

—Tenga claro los objetivos y los pasos que se irán alcanzando gradualmente a lo largo de su período de clases.

—Comprenda cada tema. Su relevancia dentro del programa y su relación con otros temas y asignaturas.

—Escoja las lecturas de acuerdo al nivel de los estudiantes y los contenidos y competencias que deben asimilar. Sugiera cómo aprovechar mejor las lecturas, mire las sugerencias en el segundo apéndice de este artículo. Insista en que cada estudiante debe encontrar su propia estrategia de aprovechamiento de la lectura.

—Calendarice el período en el que trabajará, por ejemplo, el cuatrimestre, indicando el tiempo que se le dedicará a cada tema; los parciales; las fechas de entrega de determinados proyectos.

—En el calendario indique en cada tema:

• Los puntos fundamentales.

• Invierta tiempo en diseñar las actividades a realizar, las que permiten construir conocimiento a partir de lo estudiado y desarrollar determinadas competencias.

—Asigne los trabajos.

• Dando las indicaciones pertinentes.

• Sugiera y critique determinadas fuentes.

• Indique las rúbricas o los criterios mediante los cuales se evaluará lo asignado.

—Establezca qué llevará a cabo el docente.

—Presente herramientas. Evalúe su uso. Se publicó un folleto al respecto. 

—Comunique instrucciones de cómo se realiza una exposición.

• Socialice un ejemplo de exposición y del resumen que cada uno deberá elaborar para compartirlo con los compañeros.

—Una vez en el período, asegúrese que cada estudiante entregue en una hoja un esquema de su exposición a todos los participantes.

—Evalúe lo realizado. Insista en lo positivo. Ofrezca la posibilidad de repetir.

—Ofrezca varias posibilidades para abordar un tema y aprender, por ejemplo, ver un film, un documental.

—Asigne las preguntas a cada tema calendarizándolas. Las preguntas sobre las diversas lecturas. Elabore preguntas que exijan un trabajo personal de razonamiento, comparación, análisis y síntesis. Evite las que se pueden responder sombreando en amarillo en la lectura la oración que la responde.

—Oriente sobre el uso de Internet.

—Ponga en contacto a sus estudiantes con fuentes primarias y secundarias. Que aprendan a valorar testimonios culturales que nos sirven para adentrarnos en una situación. Hay poemas de Pedro Mir que son ventanas a una situación histórica.

—Constantemente, responsabilice al estudiante de su interés personal, ayúdelo a descubrir qué le interesa, en qué le gustaría profundizar, qué quisiera aclarar y por qué.

5. A partir de las lecturas, ¿qué actividades se sugieren? 

Relacionar y comparar personajes y asuntos dentro de una lectura, por ejemplo, las visiones de T. Jefferson y de A. Hamilton acerca de lo que debían ser los Estados Unidos. Esto se presta para un debate.

Presentar una información ampliada de personajes claves.

Esquematizar el proceso expuesto en la lectura, por ejemplo, los diversos hallazgos en la lectura 2a. sobre la Revolución Científica.

Un mapa conceptual para una lectura filosófica, por ejemplo, algún capítulo de El Leviatán de Hobbes.

Criticar la lectura. Constatar si realiza los objetivos que se trazó el autor. Vea las sugerencias en el apéndice 2.

¿Qué interrogantes deja planteados la lectura?

Si la lectura narra un proceso, realizar una cronología.

Investigar la ruta hacia el tema expuesto en la lectura. Por ejemplo, ¿qué ocurrió en la Europa y la Iglesia del siglo XV para que existiera ese descontento tan grave a comienzos del XVI? O las consecuencias a corto y largo plazo del proceso presentado en la lectura.

Evite saturación y la repetición. Realice la necesaria coordinación con otros docentes.

Adapte los contenidos al estudiantado.

Analice textos breves de alta relevancia.

Analice el texto por fases: lectura individual, trabajo en grupo, exposición, complementación, nuevas preguntas, investigaciones personales.

Discuta un artículo científico en el aula. Discusión de un film.

Realice una entrevista. 14

6. En cada revolución siempre se puede estudiar:

—El trayecto anterior al tema.

—Las causas de la revolución estudiada.

—El escrito clave, el pronunciamiento clave. Se puede discutir el escrito clave como comienzo de un tema. Ha resultado positivo comenzar el tema de la revolución francesa con unas páginas de Sieyès, ¿Qué es el Tercer Estado?

—El punto de no-retorno del proceso revolucionario.

—Los momentos cruciales del proceso. Lo cronológico.

—Figuras, grupos e intereses enfrentados y eventos decisivos. Por ejemplo, Lenin en la Revolución Rusa, o Hitler en la toma del poder por los nazis y la invitación de Hindenburg a formar gobierno en enero del 1933.

—Consecuencias, el impacto a largo plazo (la longue durée de Ferdinand Braudel).

—Enfocarse en las estructuras que evolucionan lentamente y marcan toda una época. Por ejemplo, las estructuras de las comunidades puritanas. No hay por qué ser esclavo de fechas, élites y grandes batallas.

—Las consecuencias a largo plazo, por ejemplo, que Lutero traduzca la Biblia al alemán, marcará la cultura y el idioma alemán. Luego en Inglaterra, lo copiará el King James Bible. La vuelta a la Escritura, propiciará una lectura literal y fundamentalista de la Biblia, con ella, ¡la Iglesia Católica condenó a Galileo!

—Presente con toda fuerza, el contexto donde surgieron las preguntas, las quejas, las reclamaciones a las que respondieron los procesos revolucionarios, para captar el valor de esas respuestas y evaluar si lograron lo que pretendían. Este ejercicio nos ayuda para captar nuestras preguntas de hoy en día.

7. Ha resultado provechoso:

Permitir que elaboren un resumen personal manuscrito que puedan llevar a los parciales. Una hoja de ambos lados. Tienen que entregarlo junto con el examen.

8. Ejemplos de esquemas que pueden servir de base para otros más elaborados.

Esquemas sobre el impacto cultural a largo plazo de varias revoluciones.

Tema: La Reforma: crítica de la autoridad del Papa, del Emperador y de la tradición.

Promoción de los príncipes alemanes como autoridades religiosas.

Critica lo universal (Papa, Emperador) para apoyar lo local, lo nacional (los príncipes alemanes, Enrique VIII de Inglaterra, ¡cabeza de la Iglesia inglesa!).

Unión todavía más estrecha que durante la Edad Media de la Iglesia y el Estado.

Habrá una facción protestante que criticará intromisión de cualquier príncipe en asuntos religiosos, pero aspirará a dominar la sociedad con su versión del cristianismo (por ejemplo, Calvino en Ginebra, Suiza y Oliver Cromwell y su Inglaterra puritana).

La autoridad de la Sagrada Escritura se afianzará mediante una interpretación literal de la Biblia con lo cual, se ahondará más la división entre fe y razón, se fomentará una visión ingenua de la realidad y se dificultará la fe de los que piensan críticamente.

La Iglesia Católica se venía reformando desde el siglo XV en España. La Reforma Católica no fue una simple reacción a la Reforma Protestante.

Existirá una reacción católica a la Reforma, una contrarreforma que enfatizará la autoridad de los obispos, del clero, buscará el apoyo de las coronas e intentará legitimar toda lucha armada religiosa contra el protestantismo. Por ejemplo, Pío V apoyando a Felipe II y su aventura de la Armada Invencible de 1588.

A la larga, existirá una mayor tolerancia en asuntos religiosos, pero España solo reconocerá la independencia de la calvinista Holanda en 1648, los puritanos solo son tolerados en Inglaterra a partir de 1689, y los católicos solo votarán en Inglaterra en 1829.

La Revolución Gloriosa mostrará muchos signos de sensatez política, por ejemplo, la constitución, el Hábeas Corpus, el parlamentarismo, pero institucionalizará el anti catolicismo asegurándose de que ningún monarca inglés sería católico y de que todo servidor público tuviese que jurar el Acta de Supremacía, es decir, reconocer al monarca como cabeza de la Iglesia inglesa.

El laicismo de la Revolución Francesa será tan fanático como el fanatismo religioso que quería reformar.

La Iglesia Católica aprobará la libertad de conciencia en 1965, Decreto Dignitatis Humanae. Nadie debe ser obligado a creer contra su conciencia. Acuerdo con luteranos 16 y 25 junio, 1998 sobre la justificación.

La crítica de la autoridad religiosa llevará al cuestionamiento de la autoridad política y del uso de las autoridades en las ciencias.

Se valora más la conciencia personal. El individuo ya no se comprende como perteneciendo a un orden, sino como alguien autónomo.

Lo económico condiciona el pago de las indulgencias, la codicia de los nobles de las extensas propiedades eclesiásticas, pero ocurre también un factor cultural: en un mundo nuevo y cambiante, la reforma ofrecerá la certeza de la salvación, y los católicos también a través de los sacramentos. Se responde al deseo de una religión más cercana a los orígenes, así como el renacimiento quiso favorecer el renacer, la revalorización de los cánones artísticos y culturales del mundo grecolatino, ahora se pretendía el renacer de la verdadera fe tal y como la habían consignado en la Biblia las primeras comunidades.

La Revolución Científica: crítica de las autoridades, como Platón. Aristóteles, no basta citarlo. Es necesario realizar experimentos reproducibles, con resultados presentados en fórmulas matemáticas.

La comunidad científica como autoridad, con sus sociedades y publicaciones, basadas en la palabra impresa.

La Revolución Inglesa: crítica del poder absoluto de los monarcas, del derecho divino de los reyes. Valoración del parlamento; la representatividad, una constitución. A la larga: cuestionamiento de las reglas de acceso al voto. 

La Revolución Americana: no hay derecho a poner impuestos a una población a la cual se le niega el derecho a la representación. Igualdad ante la ley. Separación de poderes.

10. Que el estudiante conozca cómo será evaluado.

Vea la hoja de evaluación en el tercer apéndice a esta presentación.

Estas rúbricas se aplicarán a muchas evaluaciones de lo que usted produzca:

• Utiliza de manera original la información de las clases y de las lecturas para explicar con datos pertinentes el tema asignado. Dentro de los límites de su exposición, explica los aspectos considerados relevantes por los autores leídos.

• Puede elaborar un esquema básico de las principales causas y consecuencias de lo que estudia.

• Analiza y critica la información recibida. Indica sus fuentes. Si emplea expresiones textuales de otro autor, usa las comillas (“ ”) para indicarlo.

• Mediante la abstracción es capaz de señalar los ele-mentos cruciales y relacionarlos con otros procesos históricos.

• Se expresa con orden, corrección y eficacia.

• Al redactar, emplea sus propias palabras.

• En lo que redacta, muestra haber realizado una com-prensión personal y no se limita a copiar o vaciar la información disponible.

Relevancia de la historia. Necesidad de motivar.

11. ¿Qué te aporta este curso a tu formación humana  y profesional?

La historia es un excelente camino hacia la comprensión de quiénes somos y de la realidad que nos rodea.

Todos necesitamos emplear la metodología de la historia para entendernos y comprender la realidad.

Las competencias que usted desarrolle en este curso, las podrá aplicar a cualquier campo del saber y a cualquier situación humana.

La historia es crítica. Mira el presente como resultado de un proceso y se esfuerza por colocarse más allá del presente en sus orígenes y consecuencias posteriores. Intenta captar qué sucedió para que estemos viviendo esto que estamos viviendo.

Va al pasado y lo considera como un presente que tuvo su origen y que todavía nos sigue afectando.

Es un esfuerzo que nunca concluye.

Doctores, industriales, arquitectos, politólogos, economistas, analistas del mercado, odontólogos, comunicadores, administradores, publicistas, ingenieros, telemáticos, etc., todos necesitan emplear la historia para comprender procesos, eventos y personajes.

Tarde o temprano todo el mundo necesita preguntarse: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Bajo cuáles circunstancias? ¿Con qué resultados? ¿Cómo evolucionó?, etc.

Al estudiar historia analizamos, es decir, separamos e identificamos los componentes de un proceso y sintetizamos, es decir, reunimos el conjunto de elementos para comprender su naturaleza, su sentido, su dirección y su impacto.

La historia emplea con frecuencia la narración de situaciones, ideas, personajes, motivos e intereses. Nada humano escapa a la narración. Toda disciplina, todo saber, la vida misma tiene un componente inevitablemente narrativo. Para comunicarnos, para comprender y para explicar, entre otros recursos, usamos la narración.

Otros recursos del lenguaje y de la comunicación presentes en el estudio de la historia: la introducción, las exposiciones, la comparación, las conclusiones, la argumentación, los razonamientos lógicos, las inferencias y deducciones, la descripción y los juicios, entre otros.

12. Competencias necesarias para los docentes de historia 15 

1. Formación continua autorregulada: aprende de sí mismo y de otros. Reflexiona sobre su labor docente en todos sus aspectos. 16

2. Domina y estructura los saberes para facilitar experiencias de aprendizaje significativo. ¿Qué sé? ¿Qué saben? ¿Cómo se relacionan los saberes que vamos construyendo juntos? ¿Cuál es su relevancia actual? ¿Qué aporta a la conciencia de la juventud? Puede argumentar la fundamentación de lo que enseña.

3. Planifica los procesos de enseñanza y de aprendizaje atendiendo al enfoque por competencias, y los ubica en contextos disciplinares, curriculares y sociales amplios. Diseña planes de trabajo basados en proyectos e investigaciones disciplinarias e interdisciplinarias orientados al desarrollo de competencias.

4. Lleva a la práctica procesos de enseñanza y de aprendizaje de manera efectiva, creativa e innovadora a su contexto institucional.

5. Evalúa los procesos de enseñanza y de aprendizaje con un enfoque formativo. Da seguimiento al proceso de aprendizaje y al desarrollo académico de los y las estudiantes.

6. Construye ambientes para el aprendizaje autónomo y colaborativo. Favorece entre los y las estudiantes el deseo de aprender y les proporciona oportunidades y herramientas para avanzar en sus procesos de construcción del conocimiento.

7. Contribuye a la generación de un ambiente que facilite el desarrollo sano e integral de los estudiantes. Promueve el interés y la participación de los y las estudiantes con una conciencia cívica, ética y ecológica en la vida de su escuela, comunidad, región, México y el mundo. Facilita la integración armónica de los y las estudiantes al entorno escolar y favorece el desarrollo de un sentido de pertenencia.

8. Participa en los proyectos de mejora continua de su escuela y apoya la gestión institucional.

-Promueve y colabora con su comunidad educativa en proyectos de participación social.

-Crea y participa en comunidades de aprendizaje para mejorar su práctica educativa.

Conclusiones

La tarea como docentes de Historia va dirigida a favorecer que los estudiantes lleven a cabo una síntesis personal de algunos procesos cruciales de la historia de Occidente y puedan comprender y actuar en la sociedad en la que les ha tocado vivir. El lograr interesar a los estudiantes implica el relacionar lo que estudiamos con su mundo para iluminarlo y criticarlo, ampliar sus horizontes, cotejar sus experiencias con las de otras generaciones. Pero, sobre todo, lograr interesar a los estudiantes implica proponerles actividades significativas, acompañarlas para que puedan llevar a cabo aprendizajes autónomos de manera satisfactoria.

Durante años se prepararon los contenidos a explicar, y en manera menor, se exigía la investigación de cada estudiante en ciertos tópicos con vistas a exposiciones que generaban intercambios esclarecedores.

Hoy en día, además de una comprensión de los temas históricos, abierta al quehacer de otras disciplinas, el esfuerzo se concentra en diseñar diversos tipos de actividades para fomentar competencias específicas. Eso implica: claridad en los objetivos generales y específicos, calendarizar las actividades, seleccionar el material de apoyo y evaluar todo lo que los estudiantes produzcan, en un esfuerzo continuo por realizar aproximaciones personales al dato histórico.

La palabra historia proviene de un vocablo griego que significa “investigar”. Si los estudiantes quedan interesados en la disciplina de la historia, seguirán investigando durante toda la vida17.

Notas

  1. El presente artículo fue presentado como conferencia magistral en el “Seminario Enseñanza-Aprendizaje de la Historia», celebrado los días 23 y 24 de agosto del año 2017 en el Archivo General de la Nación, Santo Domingo, República Dominicana.
  2. Es doctor en historia, egresado de la Georgetown University (1987). También tiene una licenciatura en humanidades (1967) y estudios de segundo grado en Teología Fundamental en Bélgica (1972), en Chicago (1974) y en Roma (1975). Es Profesor Asociado del Departamento de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), en Santiago de los Caballeros. [email protected] puede consultar en: manuelmaza.net.
  3. Aurelio Villa y Manuel Poblete, directores, Aprendizaje basado en competencias. Una propuesta para la evaluación de las competencias genéricas, (Bilbao: Universidad de Deusto, 2007), 17.
  4. Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil. Manifiesto. (Barcelona: 4ª edición, Acantilado, 2013), 104. Ordine reproduce un ensayo de Abraham Flexner, “La utilidad de los conocimientos inútiles” que debiera ser lectura obligada de todo humanista contemporáneo. Apareció en: Harper’s Magazine, (octubre de 1939), 544-552.
  5. Me ha resultado particularmente esclarecedor el capítulo primero, “El papel de las competencias” de Ángel José Olaz Capitán, incluido en: Cómo trabajar en equipo a través de competencias, (Madrid: Narcea, 2016), 15-25.
  6. Miguel Ángel Gómez Mendoza, “La transposición didáctica: historia de un concepto de un concepto”, Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, (México: Universidad Iberoamericana, Volumen 1, Julio-diciembre 2005), 83-115. Ya en 1987 el recientemente fallecido historiador, Dr. Fernando Picó, S.J., insistía en la importancia del interesar a los estudiantes para que continuasen investigando por su propia cuenta. ver: “Enseñanza de la historia”, Conferencias Dictadas por el Dr. Fernando Picó, Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2 y 3 de julio de 1987. Agradezco a la profesora, Dra. Ana M. Haché, que me facilitara la versión digital de la primera de las conferencias.
  7. “La generación de 1915” apareció por primera vez en: Luis González y González, Antología, Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud/ Colección Grandes Maestros Mexicanos, (México: Editorial Terra Nova, 1985), 29- 35, reproducida en: Daniel Cossío Villegas, El Intelectual mexicano y la política, (México: 2002), 9, 10. en “La Crisis de México” (Cuadernos Americanos, Año VI, 6 de marzo de 1947, tomado de Daniel Cossío Villegas, El Intelectual mexicano y la política, (México: Editorial Planeta Mexicana, 2002), 9 y 10.
  8. Ver: Dolors Quinquer, “Estrategias metodológicas para enseñar y aprender ciencias sociales: interacción, cooperación y participación”, (Íber, 2004), 40. Fernando Picó expresaba así la tarea de la historia en la Conferencia ya citada, “La historia integral, con sus miras en el largo plazo, necesariamente revisa las categorías recibidas sobre lo que constituye un tema de relevancia histórica. Privilegia el estudio de las condiciones de vida y de trabajo de las masas, de los conflictos sociales, de la situación de la mujer, de la interacción entre los hechos ecológicos y los procesos humanos, de las mentalidades, las continuidades y resistencias al cambio, las infraestructuras, la circulación de bienes y de ideas. Procura pormenorizar, mediante análisis cuantitativos y cualitativos, las cambiantes relaciones entre el estado y la sociedad, las cúpulas y las bases sociales, trabajo y capital, religión institucional y sentimiento religioso popular, demografía y mano de obra, innovación y tradición.”
  9. “La Crisis de México”, publicado por primera vez en Cuadernos Americanos, Año VI, 6 de marzo de 1947, tomado de Daniel Cossío Villegas, El Intelectual mexicano y la política, (México: Editorial Planeta Mexicana, 2002), 35. Ver: Secretaría de Educación Pública de México, “Lineamientos para la práctica educativa a partir del enfoque educativo basado en competencias (coloquio de experiencias docentes)”. Sin fecha, pero sin duda posterior al 2009. http://www.dgb.sep.gob.mx/informacion-academica/otros/ FI-ineamientos%20_para_la_practica_educativa.pd
  10. Patricia Mariel Del Regno, “Estrategias de enseñanza del profesor en el aula de nivel superior. Desafíos para la didáctica y la formación docente de dicho nivel, Anuario de investigaciones en ciencias de la educación, (Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación-Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, (sin fecha, pero las investigaciones y la tesis doctoral de Del Regno datan del 2011). G. Festernmacher (1989). “Tres aspectos de la filosofía de la investigación sobre la enseñanza”, en Wittrock, M. La investigación en la enseñanza. (Barcelona: Paidos MEC, s/f).
  11. A. Fernández M. Llorens, R. Ortega, J. Roig, Occidente: historia de las civilizaciones y del arte (Barcelona: Editorial Vicens Vives, Segunda reimpresión de la 5ª edición, 1992). Soy del pensar que muchas de las ideas expresadas en este artículo no han perdido su relevancia, M. Maza, «Las Historias de los Historiadores también son históricas. Análisis Histórico,» (Estudios Sociales, XVII, 56, abril- junio, 1984), 5-22.
  12. Una introducción al pensar histórico: Manuel Maza, S. J., Caja de herramientas para investigadores, profesores, estudiantes y aficionados a la historia (Santo Domingo: Susaeta Ediciones, 2011), 47 pp. De venta: Fe y Alegría, 809 221 2786/87, Cayetano Rodríguez, 114, Gazue.
  13. Ver: Quinquer, Dolors, Íber 40, 7-22.
  14. Carlos Fuertes Muñoz, Propuestas didácticas para la enseñanza de las ciencias sociales en la educación, Ensayos. (Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº 29-2, 2014), 141-157.
  15. Se ha reelaborado la propuesta del sistema de educación intermedia de México, ver Lineamientos para la práctica educativa a partir del enfoque educativo basado en competencias (coloquio de experiencias docentes).
  16. No es común entre nosotros, en República Dominicana, investigar sobre cómo enseñamos Historia. Analizando la situación de la didáctica de la Historia en España, en el 2011, Joaquín Prats, de la Universidad de Barcelona, y Rafael Valls, de la Universidad de Valencia, señalaban la poca tradición de investigación en este campo en toda España. Ver: “La Didáctica de la Historia en España: estado reciente de la cuestión”, Didáctica de las ciencias experimentales y sociales. (Nº 25. 2011), 17-35.
  17.   En los apéndices se presentan dos muestras de cómo han evaluado los estudiantes este curso de historia y su propio trabajo.

Referencias

Cosío Villegas, Daniel, “La Crisis de México”, publicado por primera vez en Cuadernos Americanos, Año VI, 6 de marzo de 1947, publicado nuevamente en, El Intelectual mexicano y la política, México: Editora, 2002.

Del Regno, Patricia Mariel, “Estrategias de enseñanza del profesor en el aula de nivel superior. Desafíos para la didáctica y la formación docente de dicho nivel, Anuario de investigaciones en ciencias de la educación, Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación-Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, (sin fecha, pero las investigaciones y la tesis doctoral de Del Regno datan del 2011).

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