Libro Colectivo. Prólogo de Oscar Martínez. Autores con artículos: Guido Starosta; Roberto Escorcia; Mario Robles; Stefan Gandler; Guillermo Rochabrún; Enrique Tellez; José Gandarilla; Nicolás González Varela; Juan José Bautista; Franz Hinkelammert; Nury García; Gabriel Vargas Lozano; Fernando Huesca, Elvira Concheiro; Jaime Ortega; Gustavo Pérez Hinojosa; Carlos Pérez Soto; Cristian Gillén; John Halloway; Gastón Caligares; Carlos Lincopi; Oscar Martínez; Enrique Dussel; Juan Iñigo Carrera. Nunca pensé, cuando asistí en calidad de invitado en Noviembre del 2019 a la actividad más arriba mencionado, en Puno, Perú, organizado por la Universidad Nacional del Altiplano (UNA), que el estar en ese evento traería dos grandes sorpresas para mi persona. Una, el que nos otorgaran, generosamente, el Doctorado Honoris Causa de esa Casa de Estudios, junto a Carlos Maldonado (Colombia), antiguo y apreciado amigo; y a Juan José Bautista (Bolivia, radicado actualmente en México) a quién conocí en esta oportunidad. La otra sorpresa fue que se presentara, colateralmente al evento, este libro que reseño ahora, el cual —en mi opinión— por su temática y por la relevancia para el debate de ideas acerca de esa temática, tan importante siempre —pero actualmente más— para los que nos hemos comprometido con el ideal de “proletarios de todos los países, ¡uníos!”, del Prometo de Tréveris.
Relevancia del libro —de casi 400 páginas de texto, de no fácil lectura— que viene avalada —a mi juicio— por su contenido —más allá de que el mismo sea compartido o no por lo(a)s que lo lean— que hace una apreciable contribución al aludido ya debate de ideas en torno a cuestiones muy importantes para unas adecuadas a los tiempos que corren estrategia y táctica, además, para la operatividad cotidiana, por parte de las organizaciones y fuerzas sociales que trabajan por el cambio social1.
Acerca de la gestación del Libro
Este libro se gestó en Perú, desde el 2016, para —según afirma su coordinador— llenar el vacío o insuficiencia teórica en la producción crítica acerca de Marx; vacío que, a juicio de este, obstaculizaba —más incluso que la, a su juicio, evidente deficiencia de política práctica— la realización de transformaciones sociales radicales, dada la necesidad de que tal práctica estuviese ligada a una reflexión teórica adecuada a ella. Cinco eran los componentes —siempre según el criterio del coordinador del libro— de tal insuficiencia teórica:
—su eurocentrismo;
—su desarraigo social;
—su despolitización;
—su poca originalidad en las propuestas existentes;
—sus problemas del método;
Que —en su articulación mutua— atrapaba según Oscar Martínez, el Coordinador del libro, cualquier intento de escapar de todas. El Libro que reseñamos obedeció, pues, a la inquietud por resolver tales insuficiencias.
Algunos de los tópicos de singular relevancia —piensa este reseñador— que se debaten en el prólogo y en las diferentes contribuciones autorales al libro están en:
—Alcance del “hegelianismo” en Marx. La importancia de “la contradicción dialéctica” en Hegel (desde su Tesis de Grado en 1801, en Jena) y en Marx para el cabal entendimiento del cambio social y para su pensamiento en general.
—Continuidad o ruptura del filosofar y del método dialéctico en el Marx joven y en el Marx con más años.
—La relevancia de una adecuada comprensión de la importancia del método dialéctico de pensamiento; de su contenido y de su forma (que vehicula ese contenido). De su conjugación del análisis y la síntesis para su mejor aplicación a través de un adecuado manejo sistémico de las categorías; todo con vistas a la mejor asimilación de todas las vertientes lo expuesto por Marx en su obra central El Capital
—La correlación de la referencia en Marx al “pobre” (pauper), al “pueblo” y a la “clase social”
—En su impacto para la emancipación social.
—La importancia del trabajador productor como sujeto vivo y productor social, de cuya actividad práctica dimanan las relaciones sociales objetivas.
—El contraste entre la perspectiva individualista y la perspectiva de la división social para la comprensión del capitalismo.
—La diferenciación en Marx entre “materia” y “materialidad”.
—La centralidad del tratamiento por Marx en El Capital del “fetichismo de la mercancía”, así como de la falsa conciencia que vela su índole social.
—La mercancía, su utilidad y valor de uso; su intercambiabilidad y valor de cambio. La correlación entre valor y trabajo abstracto; así como entre valor, dinero y capital.
—La articulación de la obra de Marx con la problemática actual medioambiental. Los desarrollos de Georgescu—Roegen.
—La división disciplinar en las Ciencias Sociales y sus posicionamientos epistemológicos.
—La crítica de la interpretación idealista de Rubin acerca de la conciencia y la voluntad en el productor.
—La actividad en décadas recientes de los denominados “nuevos dialécticos”.
—La investigación de muchos años de los textos de Marx2 por enrique Dussel…
Estimamos que este libro es un aporte valioso —que debiera estimular a plasmar otras contribuciones, ya sea en formato libro o como artículos sueltos— para el debate actual y el desarrollo del cuerpo teórico que debe servir de guía para la acción de aquellas fuerzas sociales —no solamente la de filiación marxiana o marxista3 — que bregan por el cambio social. En particular, la obra de Carlos Marx ha sido conocida más exhaustivamente en los decenios últimos del siglo xx y primeros del XXI, después de la publicación de varios desarrollos suyos no conocidos anteriormente4 . Deben ser tenidos en cuenta estos desarrollos recientemente conocidos. Por otra parte, como cualquier otro autor, el que ocupa a este libro “fue hijo de su época” y ha transcurrido ya más de un siglo desde su actividad, cuando algunas de las problemáticas —la ecológico-ambiental, por ejemplo— no había cobrado la relevancia que tiene hoy en día. Amén de que al sujeto central del cambio social de la época de Marx —el proletariado— se le han sumado múltiples otros sujetos que aspiran a ese cambio social —por ejemplo los(as) ambientalistas; las feministas; los luchadores contra la discriminación racial; los pueblos originarios indígenas en diversas regiones (incluida la nuestra latinoamericana); etc. Sujetos del cambio social que si bien no eliminan al proletariado como sujeto de dicho cambio, sí deben ser tomados muy en cuenta.
El Partido Comunista —gobernante en la República Popular China— ha denominado como “Socialismo con características chinas” al muy renovado modelo de sistema social socialista que implementan en ese país (renovado modelo que no “sataniza” —ni “endiosa”— al mercado —muy anterior al capitalismo— regulándolo y supeditándolo a los intereses sociales más generales; no identifica “propiedad social” con “propiedad estatal”; no “sataniza” —ni” endiosa”— la riqueza —bien habida; etc.). Y es tan renovado ese “modelo” que algunos(as) “izquierdosos” —dogmáticamente identificados con las características del primer modelo soviético (ya inexistente)— no lo reconocen como socialismo (y, por supuesto, sus adversarios capitalistas jamás van a reconocerlo como tal, —por algo se refieren solamente a ese país como “China”— pues “ningún sistema social se suicida”, reconociendo que ha sido superado por el adversario). Este libro, ahora reseñado, toca diversas cuestiones que son relevantes para renovar la visión que se tiene de ese sistema social, en particular si se tiene en cuenta que cuando —y dónde— en algunos otros países de nuestra región latinoamericana y caribeña (que no pueden ser “pronosticados”, como no pudo serlo el caso de Cuba) se plasme el cambio social radical de la manera en que están organizadas la mayoría de las sociedades contemporáneas existentes, ello debería ser hacia una renovada sociedad “con características latinoamericanas y caribeñas” y no otras. El libro reseñado toca cuestiones que deberán ser tenidas en cuenta para ello.
Acerca de la reflexión de las características del método dialéctico.
Finalmente, debe recalcarse que un lugar central en varias de las contribuciones al libro lo ocupa la caracterización de la dialéctica como método de pensamiento aplicado siempre por C. Marx a lo largo de su obra y en su opus magna “El Capital”. En particular para el desarrollo de las determinaciones que yendo primero —en la investigación— de lo concreto a lo abstracto y regresando después —en la exposición de lo indagado— de lo abstracto a lo concreto, van desplegando diferentes momentos —más abstractos o más concretos— de la mercancía, del valor, del dinero y del capital, por ejemplo. Para ello es sumamente importante no solamente el contenido, sino también la forma de ese método dialéctico de pensamiento; aspectos que han sufrido, especialmente la forma, cierta deformación, constatándose un abandono de la forma tríadica —presente en Marx y cardinal para la conjugación del momento analítico con el momento sintético del pensar dialéctico y para su despliegue sistémico— por una forma diádica que lo empobrece y lo hace no sistémico. Esa forma tríadica propicia el despliegue tratado —más explícita o más implícitamente— en varias contribuciones al libro reseñado, de las tres vertientes en la obra de Marx: La vertiente de las actividades o acciones, por ejemplo el trabajo productivo; la vertiente de los sujetos vivos que realizan esas actividades o acciones, por ejemplo, ese trabajo productivo (el trabajador necesitado — mejor que “con necesidades”—; y la vertiente —más frecuentemente tratada en muchos trabajos— de las relaciones sociales en que se plasman las referidas acciones llevadas a cabo por esos sujetos vivos (mercancía, valor, dinero, capital, plusvalía, etc.). Ello posibilita un despliegue sistémico de la caracterización de las determinaciones que conforman al capitalismo. Recomendamos, púes, la difusión de este libro entre los estudiosos del pensamiento y la obra de Carlos Marx.