Revista ECOS UASD, Revista ECOS UASD, Año XXVIII, Vol. 1, No. 21, enero-junio de 2021. ISSN Impreso: 2310-0680. ISSN Electrónico: 2676-0797 • Sitio web: https://revistas.uasd.edu.do/

PERSONAJES Jacob de Villaurrutia, dominicano, fundador de la Sociedad Económica de Amigos del País en Guatemala

Jacob de Villaurrutia, Dominican, Founder of the Economics Society of friends of the Country in Guatemala

DOI: https://doi.org/10.51274/ecos.v28i21.pp117-118

Lic. en Filosofía, Universidad Autónoma de Santo Domingo y Doctor en Historia, El Colegio de México. Reconocido catedrático universitario nacional e internacional. Investigador en el Archivo General de Indias, Sevilla, España. Premio Nacional de Historia en los años 1982 y 1993. Autor de 15 libros y de artículos en revistas mexicanas y del Caribe. Miembro de número de las academias Dominicana de la Historia y de Ciencias de República Dominicana y Miembro de las Academias de Historia y de Historia y Geografía de México.

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Cómo citar: Pérez Memén, Fernando. 2021. «Jacob De Villaurrutia, dominicano, Fundador De La Sociedad Económica De Amigos Del País En Guatemala». Revista ECOSUASD 28 (21):117-18. https://doi.org/10.51274/ecos.v28i21.pp117-118

Las nuevas categorías de pensamiento llegaron a España en el siglo XVIII, el siglo de la Ilustración o del Enciclopedismo. Las ideas novadoras enraizaron y en ese ambiente surgieron nuevas instituciones, nuevas formas de sociabilidad.

Entre las nuevas formas de sociabilidad adaptadas en España, y que exportó a la América hispánica, destacaron las Tertulias y las Sociedades Económicas de Amigos del País, de las cuales el dominicano Jacobo de Villaurrutia fue un destacado impulsor.

La tertulia es la primera forma conocida de la sociabilidad Moderna en España, en Francia es el “Salón”. De conformidad con Francois-Javier Guerra, los “salones, ya estaban establecidos en la segunda mitad del siglo XVII, pero su origen se percibe, en el “Salón” de Mersenne, en el que se discutían ideas científicas, uno de los distinguidos asistentes fue el filósofo Tomás Hobbes. A ellos asistían personas de la élite intelectual, es decir, nobles, clérigos, funcionarios, burgueses[1].

La tertulia y los salones derivaron en sociedades científicas y literarias a finales del siglo XVII en Valencia, Sevilla y Barcelona; las academias, las sociedades patrióticas o de Amigos del País fueron fundadas en el siglo XVIII, en base a estatutos[2]. Un ejemplo de esto es la transformación de la tertulia del Conde de Peñaflorida en “Sociedad Bascongada de Amigos del país”, en 1764.

Bajo el estímulo del Consejo de Castilla estas sociedades se multiplicaron, tenían como modelo los estatutos de la Sociedad Económica Matritense.

En la decimoctava centuria se reveló una “tendencia asociativa” de los intelectuales al interior de las academias, las sociedades económicas y el periodismo, desde mediados del siglo XVII, y ya en el XVIII, la misma se acentuó y desarrolló. Los letrados y científicos estuvieron interesados por la renovación cultural, y por medio de esas instituciones se dedicaron a generar, enseñar y difundir el Pensamiento de la Ilustración, pero también crearon una serie de relaciones y vínculos con la finalidad de ascender en los planos sociales y ocupar importantes cargos.

Jacobo de Villaurrutia es un modelo de hombre ilustrado, de intelectual comprometido con las ideas del siglo del Enciclopedismo. En Madrid se asoció a los humanistas y políticos españoles más destacados, desde su ingreso a la Real Academia de Derecho Público de Santa Bárbara, creado bajo el Patronato real del rey Carlos III, en 1763[3]. La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid nació bajo la influencia del reformismo ilustrado español de la segunda mitad del siglo XVIII; destacados intelectuales formaban parte de ella, entre otros, el Conde de Floridablanca, Juan Sempere y Guarinos, Manuel García Sala y Miguel de Gálvez, quien fue presidente de la misma.

Uno de los principales objetivos de esta entidad fue la formación profesional de futuros juristas, para este fin, Villaurrutia fue uno de los principales colaboradores.

Hizo selección y arreglos de textos jurídicos, elaboró manuales y obras históricas para los estudiantes de derecho.

El ilustrado dominicano forma parte también de la Academia de Literatos Españoles de Madrid, fundada en 1785. En esta institución se entregó con entusiasmo a la renovación de la ortografía y a los estudios literarios. En el Diario de México, fundada por él y Carlos María de Bustamante, trabajó por la “Renovación ortográfica”. Trató de imponer un sistema de ortografía, del cual el virrey José de Iturrigaray, sospechoso, consideró que “encerraba un fondo revolucionario, o cuando menos una señal de diferenciación de lo que se practicaba en España”[4].

 

De esta institución formó parte, además, otro ilustre dominicano, Antonio Sánchez Valverde, también modelo de hombre ilustrado, quien escribió, entre otros, la Idea del valor de la Isla Española, una valiosa radiografía de la importancia económica de la primera colonia española en América. Fue el principal orador de su tiempo en Santo Domingo, y destacado filósofo. Fue el introductor de la filosofía Moderna en Venezuela[5].

 

Otro espacio de “Asociacionismo” donde Villaurrutia tuvo una participación estelar en el contexto de la política ilustrada de los reyes Borbones Carlos III y Carlos IV, fue la Sociedad Económica de Amigos del País. En la España del Siglo de las Luces fueron creadas varias de ellas en algunas provincias como la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País —Primera en establecerse—. Luego se crearon las de Cádiz, Sevilla y Madrid, y en América, México, Buenos Aires, Lima, Cuba, Puerto Rico y Guatemala.

Villaurrutia fundó la de Guatemala con intelectuales españoles y criollos con el fin de recoger “los afanes, los intentos y los proyectos”, de la emergente clase letrada de finales del siglo XVIII[6]. El proyecto fundacional fue aprobado por el rey Carlos IV el 17 de mayo 1794.

Junto al grupo de letrados de esta institución, Villaurrutia se entregó al fomento de las principales actividades de Guatemala, entre ellas, conviene destacar la agricultura, la industria, las artes, el comercio y la educación.

Adolfo Bonilla y Bonilla en su obra Ideas Económicas en la Centroamérica Ilustrada (1795-1838) afirma que el desarrollo de la economía política en Guatemala se debió a dos ilustres personalidades: Jacobo de Villaurrutia “nacido en Santo Domingo, oidor de la Audiencia entre 1793 y 1804, y Alejandro Ramírez, de origen español, adscrito a la oficina del Capitán General entre 1795 y 1813. Con gran dinamismo ambos contribuyeron al surgimiento de instituciones cuya labor permitió el desarrollo de la economía política”[7].

 

La Sociedad Económica de Amigos del País fue suspendida cuando se encontraba en un alto nivel de desarrollo, por Real Orden el 23 de noviembre 1799. El Consejo de Indias justificó la causa de la suspensión por la crítica hecha por el religioso Antonio San José Muro contra esa institución por un concurso patrocinado por Villaurrutia que tenía por finalidad “incentivar proyectos encaminados a la incorporación del indio a las costumbres españolas”[8].

Notas

  1. Francois-Xavier Guerra. Modernidad e independencias, Ensayos sobre las revoluciones Hispánicas. (México, D.F.: Editorial MAPFRE; Fondo de Cultura Económica, 1993), 92.

  2. Guerra, Modernidad e independencias… 92.

  3. Esta institución tuvo nuevas Constituciones en 1778, y modificó su nombre, de “Derecho Español y Público” a “Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid”.

  4. Hernández Pérez, José Santos y María Magdalena Flores Padilla. “Signos históricos”, (Número 28, julio-diciembre, 2012), 46, 47, 48.

  5. Pérez Memén, Fernando. Estudios de Historia de las ideas en Santo Domingo y en América. (Santo Domingo, Academia de Ciencias de la República Dominicana, Editorial Tiempo, S.A, 1987); 124.

  6. Hernández Pérez y Flores Padilla. “Signos históricos”, 52.
  7. El Salvador, FLACSO (Programa El Salvador, Imprenta Criterio, 1999), 117 y 118.
  8. Hernández Pérez y Flores Padilla. “Signos históricos”, 53.