Revista ECOS UASD, Año XXVIII, Vol. 2, No. 22, julio-diciembre de 2021. ISSN Impreso: 2310-0680. ISSN Electrónico: 2676-0797 • Sitio web: https://revistas.uasd.edu.do/

San Pedro de Macorís: desde el pueblo originario hasta su lucha por la libertad y la democracia

San Pedro de Macorís: from the original people to their struggle for freedom and democracy

DOI: https://doi.org/10.51274/ecos.v28i2.pp25-38

* Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Dominicana de la Historia. Es autor de varias obras: Héroes Anónimos, cien Años de magisterio en San Pedro de Macorís, Los Llanos del Guabatico, San Pedro de Macorís: su historia y desarrollo, entre otros. Fue profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Central Este. Es Colaborador de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc.  [email protected]. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1480-7978

Recibido: Aprobado:

UASD Jurnals - Open Access

Cómo citar: Álvarez Santana, Fermín. 2021. «San Pedro de Macorís: desde el pueblo originario hasta su lucha por la libertad y la democracia». Revista ECOSUASD 28 (22):25-38. https://doi.org/10.51274/ecos.v28i2.pp25-38

Resumen

Los cambios económicos y políticos que ha vivido San Pedro de Macorís en sus diferentes períodos están relacionados con el desarrollo de la industria azucarera, la habilitación del puerto para exportación e importación y el desarrollo de la aviación comercial. Esto posibilitó un proceso migratorio importante.


Palabras clave:

industria azucarera, habilitación puerto, exportación-importación, aviación comercial, proceso migratorio.

Abstract

The politicals and economicals changes that San Pedro de Macoris has experienced during the different periods are relate to the development of the sugar cane industry, the habilitation of the seaport for import and export and the development of commercial flights. This made a huge migration process.


Keywords:

sugar cane industry, habilitation of seaport for exports and imports, commercial flights, migratory process.

Macorís precolombino

El nombre del área y del río probablemente se debe a una tribu de aborígenes, no taínos, “llamados macurijes o macorix”, que habitaban el lugar.1 Según Fray Bartolomé de las Casas, Macorix quiere decir algo así como “lenguaje extraño, cuasi bárbaro, porque eran estas lenguas diversas entre sí y diferente de la general desta isla”.2 San Pedro de Macorís formó parte del nitaino de Cayacoa del cacicazgo de Higüey. Su fuente de alimentación eran las especies del manglar, la caza y la pesca. Lo que fue demostrado por los hallazgos arqueológicos encontrados en la margen occidental del río Macorix, detrás del ingenio Cristóbal Colón en 1916 por Theodoor de Booy, del Museo del Indio Americano.3

Macorís colonial

Nicolás de Ovando, gobernador de la Isla, en 1508 tenía a “orillas del río Iguamón…” labriegos españoles dedicados al cultivo de frutos menores y a la crianza de cerdos.4 Desde esa época el río está estrechamente ligado al desarrollo económico del área. Allí, para 1546, Diego Colón Toledo y Jerónimo de Agüero habían instalado un ingenio a orillas del río Almirante, un afluente del Higuamo. Es la primera industria establecida en el área.5 En 1594 fue instalado otro ingenio en la boca y el puerto del río Macorix, nombre que ya recibía desde 1577. Esta factoría era propiedad de Gregorio de Ayala, regidor de Santo Domingo, y era la más importante hasta ese momento.6

La gran actividad mercantil dio lugar al contrabando de azúcar, frutos menores y pescado, por el Higuamo, y de reses y cueros, por el Soco. Lo que era atribuido por las autoridades a corsarios ingleses y franceses, y que llevó al gobernador de la colonia, Carlos Urrutia, a nombrar a Juan Antonio Aybar como Alcalde Pedáneo, lo que se efectuó el 16 de septiembre 1815. Esto lo hace la primera autoridad de la comarca.7

Macorís durante la ocupación haitiana 1822-1844

En 1822, para escapar de la dominación haitiana, un grupo pequeño de familias de la villa de San Carlos y de Santo Domingo se constituyeron en los primeros habitantes de la ciudad de San Pedro de Macorís al instalarse unos en La Isleta y otros en la Punta Macorís, donde tenían garantizado el sustento con la caza, la pesca y el cultivo de frutos menores.8

Antes de 182l, escribe Leopoldo Richiez: “esta región permanecía completamente inhabitada, y fue en ese año cuando algunos moradores de la Capital no sé si impulsados por sentimientos patrióticos o si sobrecogidos de espanto ante la realidad dolorosa de la ocupación haitiana, vinieron furtiva y penosamente por el casi intransitable sendero que había cerca de la costa y en pequeñísimas embarcaciones que hacían la pesca diaria en el puerto de la Capital de Santo Domingo de Guzmán”.9

Macorís republicano

Para 1846, debido a que la margen occidental era cenagosa por lo que la expansión del poblado se dificultaba, lo mismo sucedía con las embarcaciones, la mayoría de los habitantes se trasladaron a la margen oriental donde existía una playita en el sector conocido como La Barca, donde se fundó la aldea Mosquito. Mientras otros se desplazan más al sur, donde se estableció la aldea Sol. Con el tiempo ambas aldeas se unieron en torno a la iglesia, que fue el propósito del trinitario padre Pedro Carrasco y Capeller. Así nació Mosquitisol, jurisdicción de El Seibo.10

La existencia de estas dos aldeas fue documentadas en “Reseña de los Principales Puertos y Puntos de Anclaje de las Costas de la República Dominicana”, escrita en 1853 por Sir Robert Schomburgk.11

Entre los primeros habitantes de Mosquitisol están: Valentín Rodríguez, Vicente Ordóñez (Vicente Santa Fe), Juan Eusebio Leoncio, Luis Valera, José Bernardo, Simón Orgé, Higinio Rodríguez, Domingo Ysambert, Alejandro Grigg, Mariano Santana, Bernardino Castillo, Ignacio Quírico, Rafael Castillo, Ramón González(a) portugués, Francisco Alonso(a) Tío Pancho, Marcos Rodríguez, Miguel Agesta y la señora Anita Contreras.12

La música en Mosquitisol

Su historia musical se remonta a las fiestas de palos o atabales, luego aparecen los grupos que usaban güiro, maracas, pandero, cuatro, tiple, guitarra y acordeón.13

En la aldea se celebraban las salves con velaciones en honor a la Virgen de La Altagracia, al apóstol Juan, San Antonio y la Cruz; mientras los matrimonios y fiesta de Reyes, se amenizaban con guitarra.14 Se consideraban virtuosos del atabal a José Hilario Madrigal y a Santiago de la Rosa; del cuatro, a Gregorio Carbuccia, Luis Calzado e Isidro Castillo; del tiple, a Gregorio y Nicomedes López; del acordeón, a José Antonio Carbuccia y a Juanico Salomón.

A finales del siglo XIX ya había banda de música en San Pedro de Macorís. Pero fue con la llegada de Mariano Arredondo Alfonseca, Pepino Bustamante y Gabriel del Castillo, que estas comenzaron a destacarse, logrando desarrollar músicos de excelente calidad.15 De ahí nació la Banda Municipal de Música (BMM) y se iniciaron los conciertos. Más tarde, en 1916, Gabriel del Castillo fundó la Academia Municipal de Música y con ella las bandas juveniles.16 Con el proceso migratorio impulsado por la industria azucarera aparecen otras expresiones musicales y rituales, como la danza tradicional de los cocolos, mejor conocida como danza guloya y el gagá, danza mágico-religiosa derivada del vudú.

La economía

La economía de la aldea Mosquitisol, en sus primeros tiempos, dependía de la pesca, la caza y el cultivo de frutos menores, cuyo excedente era embarcado a la Capital; pero también eran comercializadas en las ciudades de San José de Los Llanos, Hato Mayor y El Seibo, relaciones estas últimas canalizadas por los hermanos Pedro y Elías Camarena. Asimismo, comercializaban madera y

almidón de guáyiga, planta que era muy abundante en el área.17

Durante el período 1850-1879, el trapiche pasó a ser el modo de producción más importante de esa época. A tal punto que hizo posible, siendo Antonio Guzmán Jefe Militar, la iluminación de las calles con faroles alimentados con gas kerosene, lo que convirtió a Macorís en la primera ciudad de la región con alumbrado en sus vías públicas.18 El Primer trapiche instalado fue el Buena Vista, propiedad del canario Vicente Ordóñez, en 1848. Luego le siguieron los de Guadalupe González Leytes, Pedro Camarena y Wenceslao Cestero. El trapiche más importante era de Manuel A. Richiez Cotes, fundado en 1857, tenía instado un alambique para producción de alcohol.19

A finales del siglo XIX y en los primeros decenios XX, San Pedro de Macorís alcanzó niveles de desarrollo económico extraordinarios, lo que se atribuye a la instalación de siete ingenios, a la habilitación del puerto para la exportación e importación, que hizo posible que tocaran el puerto de Macorís20 los vapores de la Clyde, los vapores de las compañías Sobrinos de Herrera, tres americanos y un alemán, así como buques de diferentes procedencias. En esa época, la ciudad tenía un auge económico superior a las demás ciudades del país, lo que coincidió con el aumento de los productos de exportación durante la Primera Guerra Mundial, llegándose a vender el azúcar a un precio nunca antes visto en mayo de 1920, cuando alcanzó el precio récord de 22.5 centavos de dólar la libra. Por lo que a ese período se le llamó “la danza de los millones”.21 En 1914 llegó a San Pedro de Macorís y al país el primer hidroavión, traído desde Estados Unidos en barco, y en febrero de ese año fue armado detrás de la antigua aduana.22 Este acontecimiento fue visto por las autoridades municipales como una oportunidad para desarrollar el turismo. Los primeros hidroaviones comerciales en llegar fueron los de la empresa Nyrba Line, cuyos servicios abarcaban casi toda América. Así llegaban a esta ciudad los pasajeros, la correspondencia y la carga aérea de todo el país. Convirtieron a San Pedro de Macorís en pionera en materia de aviación comercial.

Posteriormente, el 28 de diciembre de 1929, fue firmado un contrato con la Pan American, siendo ratificado el 2 de abril de 1935 por el Gobierno Dominicano y el Ayuntamiento de esta provincia. Este contrato permitió levantar una importante infraestructura comercial y turística.23 Muchas personalidades del mundo pasaron por este hidro puerto, entre ellas: el actor norteamericano de cine Errol Flyn, el también actor Will Rogers, quien aspiró posteriormente a la presidencia de su país por el Partido Demócrata, John D. Rockfeller, nieto del conocido multimillonario, Robert L. Ripley, autor de la sección “Aunque usted no lo crea”, quien nos visitó de tránsito el 18 de mayo de 1933.24

En el decenio de 1970 se inició un nuevo ciclo de crecimiento económico con la instalación de la zona franca industrial, desarrollo del turismo en Juan Dolio y Guayacanes, mejoría de los precios del azúcar en los mercados internacionales y a la instalación de la Universidad Central del Este. Este ciclo terminó cuando, en 1999, los Estados Unidos de Norteamérica impusieron su política neoliberal, así las empresas del Estado pasaron a ser privatizadas, dejando a miles y miles de trabajadores y sus familiares sin el medio para obtener su sustento. En ese entonces, las autoridades atribuyeron la caída de las empresas estatales al clientelismo político y a la corrupción.25 Lo que no era verdad de un todo.

Las inmigraciones

En Macorís, hacia 1892, había gente de casi todo el país, y también de todo el arco antillano, así como norteamericanos, de Sur y de Centro América, europeos, de Asia: chinos e indios colíes.26

Los cubanos

Formaban parte, en su mayoría, de la clase media en su país y fue debido a la primera guerra de independencia de Cuba (1868-1878) la razón por la que se instalaron en San Pedro de Macorís.27 Algunos personajes importantes de esa inmigración fueron: Luis Felipe Aza, era el abuelo de la soprano Ivonne Aza; Pipe Mir, padre del Poeta Nacional Pedro Mir; Salvador Emilio Ross, donó terrenos para la construcción de la iglesia y un parque de recreo; Santiago Mellor, donó el Teatro Municipal, después Mellor; Lorenzo de Zayas-Bazán, Mateo Saladrigas.28

Los puertorriqueños

Su llegada aquí está relacionada con la crisis económica de finales del siglo XIX. En 1883 Juan Serrallés trajo al ingenio Puerto Rico 37 braceros.29 En abril de 1893, 41 fueron contratados para trabajar en el Ingenio Consuelo.30 Esta inmigración aumentó al ser vendidos a norteamericanos los ingenios Consuelo, Porvenir, Santa Fe y Quisqueya.

A la dama puertorriqueña Anita Simón-Pietri se le reconoce haber sido la iniciadora de la sociedad “El Abanico”; Manuel Mallén Ortiz instaló la primera botica, La Macorisana, convertida más tarde en droguería.31

Otro grupo de puertorriqueños, poco numeroso, de clase media, migró debido a las luchas anticoloniales que tenían lugar en Puerto Rico.32 En esta calidad nos llegaron, en 1917, el periodista Miguel Rodríguez, Esperidón Torres, quien instaló el Gran Hotel Dos Américas, Tácito Fernández, el dirigente obrero Félix Barbosa, Jaime Oliver Clark, quien estuvo presente en la guerra americano-española de Puerto Rico y cuando se produjo el Grito de Lares, al ser perseguido, fue embarcado metido en un saco, hacia San Pedro de Macorís.33

Los españoles

En 1861 llegó a San Pedro de Macorís una inmigración de las Islas Canarias; no se ha podido saber cuántos eran, pero sí que se dedicaron al fomento de labranzas.34Tiempo después nos llegaron el ingeniero Nicolás Cortina, Antonio Morey, Francisco Castro Molina, quien instaló el primer salón de barbería de la ciudad, Bernardo Cabrer, quien fundó la primera industria de sombreros para hombres, José Armenteros, inicialmente un pequeño comerciante, los hermanos Nadal Andreu, quienes en sus inicios fueron hoteleros; César Iglesias, fundó la primera industria jabonera del país, la César Iglesias C. x A. Otros españoles: José Martínez Conde, periodista y poeta, padre del laureado artista del pincel y el cincel Luis Martínez Richiez (Luichi); y Antonio Casasnovas, cuyo hijo, el Dr. Juan Casasnovas Garrido, al producirse el golpe de Estado contra el gobierno de Juan Bosch en 1963, era presidente del Senado y a quien la Asamblea Nacional reunida en la clandestinidad invistió como Presidente Constitucional de la República. Casasnovas Garrido no pudo gobernar debido al dominio de las Fuerzas Armadas y de los grupos golpistas.35

Tenemos que destacar la participación de los refugiados españoles de 1939, que muchos autores señalan como el inicio de marxismo-leninismo en la República dominicana. Profesores de una vasta educación y con amplios conocimientos de la política, entre ellos Miguel Arnedo Díaz, Alfredo de La Cuesta y Lorenzo Berdala Pardo se trasladaron a San Pedro de Macorís, y quienes junto a Corpito Pérez Cabral, Dato Pagán Perdomo, Roberto Mc-Cabe, y Pipí Ortiz, fundaron la Academia Benefactor, desde la que se hizo una importante labor antitrujillista. Fue cerrada por el tirano en 1946. En esta academia fue maestro también José Antonio Puello del Rosario, quien se inmoló en la expedición de del 14 de junio de 1959. Otros refugiados españoles fueron Miguel Anglada Romeau, José Augusto Pedrero Pérez, Vicente Riera Llorca y su esposa Carmen, Pedro Atienza Simarro, Pedro Artero Amil y Antonio Muñoz Lizcano.36

Los italianos

Entre estos podemos citar a los hermanos del Giudice, hermanos Di Carlo, Pascual Prota, Nicolino Cataldi, Miguel Piccirilo, Aurelio Cucurulo, Vicini, hermanos Canepa, quienes construyeron el Teatro Colón; y José Oliva. La Mayoría eran provenientes del sur de Italia y dedicados a la joyería.37

Los alemanes

Era un pequeño núcleo de capitalistas, los cuales establecieron importantes casas comerciales y agencias marítimas, que contribuyeron a dar vida al puerto. Entre ellos Frank Freidheim, quien fuera el primer banquero de Macorís, los hermanos Langer Biderman, Isselin y Vancamper, también banqueros. Otras personalidades fueron el Dr. Carl Th. Georg, los hermanos Steppan, Shultzer, Adolfo Frappier, Herr Hoffman, quien llegó a ser comandante de un submarino alemán.38

Los franceses

Este grupo, poco numeroso, tiene entre sus integrantes a los farmacéuticos Silverio Arán y José Augusto Chevalier Turcani, a Juan Martín Santoni, quien fuera Vice-consul francés durante muchos años y al ingeniero Eduardo García, quien participó en el diseño de la torre de la Catedral San Pedro Apóstol.39

Los árabes

Llegaron a finales del siglo XIX, procedentes de Arabia, Líbano y Siria; era un grupo numeroso y dedicado a la venta ambulatoria (buhoneros). Luego se convirtieron en los comerciantes más poderosos de la ciudad. A principios del siglo XX llegaron procedentes de Cuba los jóvenes de nacionalidad libanesa Jacobo Merip, Jorge Khourie y Miguel Feris; también llegaron los hermanos Mansur, Miguel Aquiles Nimer, contable de La Venus, también buen pianista, periodista, escritor, crítico literario y poeta.40

Los Gitanos

Aquí como en muchas otras partes, lo gitanos levantaban sus tiendas frente a las puertas de los establecimientos comerciales, pese a las protestas de estos.41

Los cocolos

La crisis de industria azucarera en las islas de Sotavento y Barlovento durante el último decenio del siglo XIX y el primero del XX, debida a la caída de las exportaciones de azúcar, fue la razón de este proceso migratorio, que arribó año tras año en oleadas de más de 2,000 braceros a San Pedro de Macorís y La Romana.42 Según América Bermúdez: “…esta gente sufrió en carne propia el flagelo del desprecio de los nativos, lo cual los obligó durante largo tiempo a vivir en completo aislamiento y en el más inhóspito sector de la ciudad, al que ellos mismos denominaron Jacob Town”. Y a seguidas puntualiza: “Para paliar los rigores de ese aislamiento, los barloventinos celebraban varios actos religiosos y festivos oriundos de su país, los que con el andar del tiempo fueron entusiasmando a los nativos, de tal forma que hoy son parte muy importante de nuestro folklore, sobresaliendo como pieza importante el festival de los Guloyas”.43También se integraron a las logias masónicas y en varias agrupaciones religiosas, como las Iglesia Anglicana, la Metodista Episcopal. Participaron en las asociaciones de socorro y en las organizaciones laborales. Fundaron en 1918 la Black Star Line, asociación afiliada a la UNIA (Universal Negro Improvement Association), liderada por Marcus Garvey, líder jamaiquino residente en los Estados Unidos.

Entre los cocolos se destaca Theophilus Chiverton (Primo), era un gran artista y dirigió un grupo de baile dedicado a la difusión de la cultura y ritos de su raza. Hubo también grandes

maestros como George Federico Hodge (Mr. Jai), Reverendo T. O. Basden, Aubrey James.44 Hijos de cocolos fueron: profesor Alberto Byass, quien fuera gobernador de la provincia; el poeta Norberto James Rawlings, Violeta Stephan, soprano lírica; Pruddy Ferdinand, excelente trompetista. Peloteros como Rico Carty, Garabato Sakie, Nelson Norman, Amado Samuel, George Bell y Alfredo Griffin. Hicieron un importante aporte al arte culinario con los yaniqueques, domplines, el fish en su salsa, el funyí y el pan cocolo. Asimismo, sus bailes vinieron a enriquecer el folklore de San Pedro de Macorís y del país, a tal punto que hoy se conoce más la República Dominicana por la internacionalización que ha hecho. El estribillo “Good Morning Guabaverry” de origen cocolo, especialmente de los de St. Kitts y Anguila, fue recogido por Juan Luis Guerra en su canción “Guavaberry”. Ellos tienen el mérito de haber introducido al país El cricket.45

Los venezolanos

Llegaron huyendo de los rigores de la guerra civil de Venezuela en 1858. El primer médico titulado que ejerció en esta ciudad lo fue el venezolano Ramón Nonato Martínez. Se destacan las familias Lozada, Martínez Larré, Mundaray, Betancourt, Milián y Viguera.

Los daneses

Aquí tenemos como figura predominante a Gaetán Bucher, primer administrador del ingenio Las Pajas. Su hijo Gaetán Bucher Cortina laboró durante muchos años en empresas del Estado.46

Los haitianos

Con el paso del tiempo, además de ser los únicos que cortan la caña, son los recolectores de café, cacao, los cortadores de arroz, los peones de las fincas, los que hacen las zanjas en las calles que ya los obreros nacionales no quieren hacer, los que transportan los materiales y la mezcla de cemento para la industria de la construcción. Y al igual que los cocolos y árabes han sido denostados; pero a diferencia de éstos, los haitianos, por razones históricas, políticas, culturales, religiosas y, sobre todo, raciales, no han sido incorporado en la misma medida que otros grupos a la sociedad dominicana.47

La cultura

El desarrollo económico de San Pedro de Macorís atrajo a intelectuales, profesionales y artistas de todo el país, e inclusive del exterior. Así llegaron desde Santo Domingo los hermanos Deligne, los licenciados en derecho Antonio Soler, Mario Saviñón, Luis Arturo Bermúdez, y los periodistas Joaquín Montolío y José García. Esto sucede a finales del siglo XIX.

Las peñas se celebraban en el hogar de la familia Deligne, las que despertaban gran entusiasmo y tuvieron repercusión a nivel nacional. En 1890 fue fundada la Escuela Literaria Amantes del Estudio, entre sus directivos estaban: Rafael Deligne, presidente; Antonio Soler, secretario; Luis A. Bermúdez, censor.48 La Escuela Literaria Amantes de Estudio 5 de junio de 1895 se convierte en el Ateneo de Macorís. Y por iniciativa del Lic. Francisco Honorio Reyes se establecen las Lecturas Sabatinas, las que atrajeron a los Fiallo-Cabral, Henríquez y Carvajal, García Godoy, Deschamps, Pérez Alfonseca, entre otros.49

El 31 de mayo de 1897, el Ateneo de Macorís y el periódico El Cable organizaron un homenaje en memoria de la poetisa y educadora Salomé Ureña y donde un grupo de damas declamaron poesías de la homenajeada. La edición de El Cable correspondiente a esa fecha fue dedicada a la memoria de tan destacada escritora.50 La primera cosecha de intelectuales netamente macorisanos surgió a principios del siglo XX, son ellos: Carlos Gatón Richiez, Manuel Leopoldo Richiez, Armando Aybar Ysambert, Virgilio Díaz Ordóñez, Felipe A. Martínez de Soto, Santiago Osvaldo Rojo, Federico Bermúdez, Julio de Windt Lavandier y Benito Procopio Mendoza Gil (Copito).51 Fueron colaboradores y grandes aportadores de la cultura petromacorisana, la inmensa figura de Américo Lugo y Rafael Justino Castillo, quienes residieron en esta comunidad durante algún tiempo.52 Rafael Deligne y Luis A. Bermúdez incursionaron en el teatro. Escribieron y organizaron un cuadro de teatro, que hizo su debut en el Teatro Mellor, donde escenificaron un drama de Rafael Deligne; la segunda actividad de este grupo de aficionados fue para presentar, en ese mismo escenario, el juguete cómico “Guadalupe y Mateo”, original de Luis A. Bermúdez.53

En 1931 se celebró en el Ateneo de Macorís la III Conversación Científica de San Pedro de Macorís, que versó sobre el tema “La mujer y su destino en sociedad”. Dicha actividad fue dirigida por los poetas Porfirio Herrera, Virgilio Díaz Ordóñez y Porfirio Basora.54

El movimiento literario y artístico de San Pedro de Macorís en los primeros años del siglo XX tenía su representación femenina en Rosaura Estervina Richiez Bernardino, quien pertenece a la primera promoción de maestros graduados en el Instituto de Señoritas de Santo Domingo, junto con Dalila Richiez Noble y Evangelina Rodríguez. Filomena Gómez de La Rocha pertenecía también a este selecto grupo.55 Los Teatros Mellor, Colón, Restauración y Aurora contribuyeron mucho a la difusión de los valores culturales y artísticos de la comunidad. Desde hace mucho tiempo San Pedro de Macorís no cuenta con de salas cine ni mucho menos con salas de teatro.

La educación

Según América Bermúdez, la historia de la enseñanza en San Pedro de Macorís se inicia en 1848. En su libro Manual de Historia de San Pedro de Macorís, afirma que: “...debiéndose ese jalón de progreso al probo ciudadano don Elías Camarena, quien donó el primer centro educativo y todo el material didáctico, a más de su labor como profesor sin sueldo”.56 En 1850 Luis Valera construyó una escuela particular y mixta, mientras en 1866 la profesora venezolana Romana González fundó la primera escuela primaria de niñas, era privada.57 La Escuela San Pedro fue fundada por el párroco Fermín González en 1878. Los grados de este centro iban desde el primero al quinto curso.58 En apoyo a la educación acudió también el empresario cubano Juan Antonio Amechazurra, cuando en 1890 donó una escuela habilitada con equipos modernos, la que puso bajo la dirección del profesor español Artuto Salguero Font.59 Hacia finales del siglo XIX, llegaron a la común los profesores Pedro Mestre, puertorriqueño, la venezolana Frasquita Vallejo y la curazoleña Cecilia Graffe, quien enseñaba español, inglés, francés y papiamento. También llegó de Venezuela, la profesora Raymunda de Castro Vda. Bobea, nativa de La Vega, que por motivos políticos se había ido a residir a ese país. Vino acompañada de sus dos hijos, Lorenzo Justiniano y Joaquín María Bobea. A estos hermanos se debe la instalación de la primera imprenta en San Pedro de Macorís.60

La primera Escuela Normal de San Pedro de Macorís se instaló el 1 de octubre de 1895, era costeada por el Ayuntamiento, siendo nombrado director Francisco Raúl Aybar (Pancholo) y como profesores a los señores Lacrespeau y Julio Coiscou. Entre los primeros alumnos de dicho plantel se recuerda a Octavio Acevedo, hermanos Santoni, Enrique Richiez, Francisco Richiez Ducoudray y Homero Brea.

En 1898 fue instalada la Escuela Normal para Señoritas Salomé Ureña, siendo nombrada directora Anacaona Moscoso. Entre sus alumnas figuran Evangelina Rodríguez Perozo, Casimira Heureaux, Isabel Rojo, Estervina y Domitila Richiez, Elvira Escotto, Manuela Mendoza, Filomena Gómez, Enriqueta Acevedo y Dalila Richiez Ducoudray.61 En 1910 se inauguró la primera escuela mixta, era oficial y dirigida por Petronila Angélica Gómez. En 1918 el poeta Federico Bermúdez y Felipe A. Martínez fundaron una escuela nocturna para la enseñanza de los obreros y para los jóvenes menores de edad que trabajaban de día. Era completamente gratuita. En esta escuela estudiaron los hermanos Comarazamy.62En la actualidad la provincia cuenta con tres centros educativos superiores: Universidad Central del Este (UCE), la extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y el Instituto Universitario de Formación Docente, Recinto Juan Vicente Moscoso.

Medios de comunicación

La prensa escrita de San Pedro de Macorís ha tenido tres importantes períodos de desarrollo: un primer período que abarca de 1901-1910, con 30 publicaciones, que corresponde, en parte, a la primera expansión de la industria azucarera; un segundo, que se extiende de 1911-1920, con la publicación de 47 medios escritos, que coincidió con los mejores tiempos de esa industria; y un tercero, 1921-1930, con 39 publicaciones. De estos medios, unos eran informativos, otros literarios y políticos.63

El primer medio impreso que circuló en San Pedro de Macorís fue El Civilizador, en 1882, fundado y dirigido por el padre Fermín Romero González. Sus informaciones se referían a los asuntos de la parroquia y del colegio. Se imprimía en Santo Domingo.64Pero el primer periódico que circuló en esta ciudad fue La Voz del Este, en 1883. Estuvo dirigido por Pedro A. Bobea y editado por Lorenzo J. Bobea. Fue además el primer periódico impreso en esta ciudad, en la imprenta “Esfuerzo”, de los hermanos Bobea de Castro. Era político y de interés general.65 Otros medios importantes fueron: La Prensa, fundado por el periodista puertorriqueño Miguel Rodríguez.66 Fémina, revista para promover a la mujer y destacar sus actividades.67 El Cable, semanario centrado en temas sobre la industria, comercio, la política y la literatura. Dirigido por Luis A. Bermúdez, Antonio F. Soler y Quiterio Berroa Canelo.68 Una colección de este importante periódico que permaneció durante casi 20 años en mi biblioteca, la doné a la Academia Dominicana de la Historia para su preservación, digitación y difusión.

El Oriente, vocero literario, de Juan Amechazurra; El Halcón, de informaciones financieras, dirigido por Guillermo L. Bass; Boletín Mercantil fue el primero y único periódico diario de San Pedro de Macorís, fundado por José A. Jimenes Domínguez, hijo del expresidente Jimenes; Confederado Nacionalista, dirigido por José Eugenio Kundhardt; Patria, vocero nacionalista, fundado y dirigido por Américo Lugo; Diario de Macorís, considerado como el diario de mayor circulación en la región; El Día Estético, revista literaria, órgano de difusión del postumismo, dirigida por Domingo Moreno Jimenes; El Federado, dirigido por Mauricio Báez de Los Santos; Boletín Informativo, órgano del Frente Obrero Revolucionario Dominicano, dirigido por Víctor Ml. Ortiz (Pipí).69

En el decenio de 1970 hacían su tirada las revistas El Comercial y Mosquitisol, los periódicos El Sultán, El Higuamo, El Imparcial, Boletín Informativo de la UCE, El Coloso, Macorix Deportivo, La Región, El Arte de Macorís, Revista Sugerencias. Luego apareció La Idea de Oriente y El Sol de Oriente. Fuimos la segunda ciudad del país con emisora de radio, la primera fue Santo Domingo, en 1924. La radio se inici´p en San Pedro de Macorís entre 1934 y 1935, cuando se instaló en el Batey Central del Ingenio Angelina la emisora HILJ, que efectuaba sus transmisiones en onda corta. Tarquino Donastorg fue su primer locutor. Luego fue trasladada a Macorís y, más tarde, recibió el nombre de Radio Oriente.70

Evolución social

El surgimiento de una sociedad clasista era previsible dado el grado desarrollo económico experimentado por la ciudad a finales del siglo XIX. En 1880 un grupo de damas fundó la sociedad recreativa “El Abanico”, cuyo distintivo era un prendedor de oro en forma de abanico. Estaba integrada por Antonieta Read de Morales, Anita Simón-Pietri de Santoni, Silvani Bernardino de Richiez, Rafaela Ysambert de Rojas y 29 señoras y señoritas más.71

En 1890 se funda entonces la Sociedad 2 de Julio, integrada sólo por hombres. Siendo su presidente el Lic. Arturo Bermúdez. Las actividades más sobresalientes de esta sociedad eran el baile blanco de San Andrés, la Fiesta de la Caña, la celebración del aniversario de su fundación con reinados y concursos literarios.72 En 1915 los inmigrantes españoles se organizan en torno al Centro Recreativo Español, mientras en 1918 los puertorriqueños se agrupaban en el Club Unión Puertorriqueño. Estos centros servían al esparcimiento de la clase media y alta.73 En 1919 la profesora Altagracia Domínguez, junto a un grupo de jóvenes de extracción humilde, fundó la sociedad recreativa y cultural “El Clavel Rojo”.74 Otra actividad importante era la celebración de las fiestas patronales, que datan de mediados del siglo XIX, al ser establecida la parroquia de San Pedro de Macorís bajo la dirección del presbítero Elías González.75

La arquitectura

La primera tipología es definida como vernácula y consistía en un cuerpo rectangular con cuatro a ocho divisiones interiores, techos de dos aguas, cubiertos con fibras vegetales o zinc. Los cocolos nos trajeron su tipología con sobreelevación sobre pilotes, galerías al frente o perimetrales, techos altos con buhardillas y detalles ornamentales. Ambos estilos se fueron mezclando y se creó la arquitectura angloantillana.

En el Centro Histórico de la ciudad existen muestras de Art Nouveau traídas por los catalanes, quienes comenzaron a trabajar con el cemento. Son muestras: la casa de Porfirio Herrera, casa de dos niveles situada en la calle Sánchez, al lado del Concón, la casa de la calle General Cabral casi esquina 27 de Febrero, lado sureste; otro elemento que cuenta con buenas representaciones es el estilo neoclásico, propio de los constructores europeos, y que está inspirado en las arquitecturas clásicas griegas, romanas y del renacimiento. Muestras: Teatro Restauración, el edificio donde estuvo Melazas Dominicanas, Cuerpo de Bomberos, antiguo Centro Español, edificio que alojó al Royal Bank of Canada. También tenemos muestras del estilo

ecléctico. Son ejemplos la casa de José Armenteros, edificio Morey, casa del Dr. Juan Casasnovas Garrido, casa del Lic. Federico Nina, residencia de la familia Amengual.

Las tipologías victorianas están presentes en San Pedro de Macorís desde la primera década del siglo XX, y a diferencia de las existentes en otras ciudades, aquí las estructuras se realizaron en cemento. Son de estilo victoriano la torre y la escalera del edificio del Cuerpo de Bomberos, la torre del edificio Morey. En el siglo XX el arquitecto europeo Antonin Nechodoma introdujo en San Pedro de Macorís, y por primera vez en el país, la arquitectura conocida como Art Deco, muestras: el antiguo mercado municipal, la casa de Antonio Armenteros frente al teatro Restauración.76

El estilo mudéjar lo vemos representado en la casa de Antonio Casasnovas. La catedral San Pedro Apóstol es la única muestra del neogótico que tenemos en esta ciudad, ya que la otra fue destruida por el huracán Georges. Este estilo se caracteriza por pináculos, gárgolas y las arcadas ojivales.77Según el arquitecto César Iván Feris Iglesias: “San Pedro es uno de los centros históricos más interesantes del período republicano, porque a pesar de ser una comunidad relativamente reciente, conserva en su tejido urbano, muestras de las variaciones arquitectónicas presentes desde finales del siglo pasado hasta nuestros días”.78Para, a seguidas, apuntar que “los más destacados ingenieros y maestros constructores del presente siglo fueron el arquitecto Antonin Nechodoma y el ingeniero Octavio Acevedo, quien realizó el plano regulador de la ciudad; el ingeniero Nicolás Cortina, constructor; don Jaime Malla, el ingeniero Andrés Morey, Ramón Febles, Eduardo Dinzey, Francisco Suero, Juan Suci, Mariano Turull, Damián Oliver y Francisco Reyes.79

El escultismo

El 25 de febrero de 1926 Sergio Augusto Beras fundó la Asociación de Exploradores de San Pedro de Macorís, acto que se efectuó con una parada en el parque Salvador Ross el día de Mella. Su directiva quedó integrada por Sergio Augusto Beras Morales, presidente; Miguel Zaglul, vice-presidente; y Ramón de Windt Lavandier, secretario. El reconocimiento a los Exploradores Dominicanos por parte de la institución que rige los Boy Scouts en Inglaterra fue hecho público por el Vice-cónsul inglés en San Pedro de Macorís, Mr. Beer, en acto efectuado frente a la Casa Municipal el 27 de Febrero de 1929. De esta manera San Pedro de Macorís se transformó en la cuna del escultismo en el país.80 “El Explorador Dominicano” era el órgano oficial de esa institución.81

El sindicalismo

No hay rincón en la República Dominicana donde se haya luchado más por las reivindicaciones laborales que en San Pedro de Macorís. El activismo en esta ciudad se inició en 1884 cuando los dominicanos todavía eran mayoría en la industria azucarera; paralizaron sus labores debido a los bajos salarios.82 La escala salarial de ese momento era atribuida a la baja de los precios del azúcar en el mercado mundial y al atraso tecnológico de la industria.83

Eugenio Kunhardt Westerm llegó a San Pedro de Macorís en la época de la intervención norteamericana de 1916 y formó la Hermandad Comunal Nacionalista, estableció las primeras conexiones en el país con la Federación Americana de Trabajadores y fundó el periódico el Confederado Nacionalista, todo con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de la industria azucarera. Su primera actividad fue una protesta al gobierno militar por la importación de braceros de Haití y de las islas inglesas del Caribe para la zafra 1916-1917, a los que pagaban 50 centavos por 10 hora de trabajo al día. Kunhardt fue obligado a salir de Macorís por el mayor Davis.84 Entre los años de 1931 y 1933, Mauricio Báez organizó el Gremio de Marinos y los sindicatos de panaderos, carpinteros, ebanistas, barberos, costureras, entre otros. Creía necesario que el mensaje llegara a todos por lo que fundó el periódico El Federado. 13 años después, el 6 de enero de 1946, día que debería ser celebrado por los obreros dominicanos, en plena zafra, los trabajadores de la factoría y del campo se fueron a la huelga general en las provincias de San Pedro de Macorís y La Romana.85 Esta huelga logró un aumento salarial superior al cien por ciento en la mayoría de los casos y una jornada de trabajo de ocho horas. También fueron promulgadas leyes en favor de la clase obrera, entre ellas las que garantizaban el pago de horas extras y descanso los días feriados, prestaciones por cancelación del trabajo (preaviso y cesantía), vacaciones anuales pagadas, mejoramiento de la ley de seguros sociales, retiro por vejez e incapacidad.86

Macorís y las luchas políticas

San pedro de Macorís ha tenido participación activa en casi todos los procesos políticos y revolucionarios que se han sucedido en el país, comenzando por la Guerra de La Restauración. Las guerrillas macorisanas bajo el mando del general Antonio Guzmán y del capitán Villegas tuvieron una destacada participación contra la anexión a España, las que en 1864 tomaron Juan Dolio, cortando la vía de abastecimiento de las tropas españolas que se dirigían a San José de Los Llanos.87 Posteriormente durante la intervención norteamericana de 1916; durante la lucha contra la tiranía de Trujillo, en las expediciones de Luperón de 1949; en la de Constanza, Maimón y Estero Hondo de 1959; desde el Frente Mauricio Báez en defensa de la constitucionalidad en 1963, y durante la segunda intervención norteamericana, en 1965.

Las tropas norteamericanas desembarcaron en esta ciudad el 10 de enero de 1917. Gregorio Urbano Gilbert al saber la noticia, salió del Gran Hotel Dos Américas rumbo al muelle, en momentos en que desembarcaban las primeras tropas americanas en Macorís, disparó y mató al segundo teniente James K. Bolton e hirió al capitán John R. Hemley.88 Luego los patriotas llamados gavilleros lucharon en condiciones precarias, pero levantando la dignidad mancillada. También un grupo de intelectuales encabezados por el poeta Federico Bermúdez y Emilio A. Morel organizaron actos en repudio a la intervención. Un gesto patriótico fue asumido por la profesora Rosa Elena Vilomar, quien vistió luto y no participó en fiestas hasta que la Patria fuera liberada, promesa que fue cumplida al pie de la letra. Asimismo, el Ayuntamiento Municipal en mayo de 1916 prohibió la celebración de las fiestas patronales “mientras quede un soldado yanki en el territorio nacional”.89

En la lucha contra la tiranía de Trujillo, una de las primeras víctimas fue el comandante Aníbal Vallejo, natural de San José de Los Llanos, en el decenio 1930-1940.90 Pedro Andrés Pérez Cabral (Corpito) en 1936 es co-editor de la revista Recta y para 1936 y 1938 director de la Escuela Normal Privada, donde realizó la primera huelga estudiantil de la era de Trujillo; Evangelina Rodríguez Perozo combatió ferozmente la tiranía. Murió el 11 de enero de 1947, luego de una paliza que le propinaron militares en la fortaleza de San Pedro de Macorís, e inclusive se dice la violaron.91 La poetisa Carmen Natalia Martínez Bonilla fue quien llevó la carta que enviara al consulado norteamericano, estando preso, el capitán Eugenio de Marchena, quien en junio de 1946 encabezó un complot dentro de la Unidad de Tanqueros del Ejército Nacional, a donde éste explicaba su situación.92

Juan Casasnovas Garrido, a principio del decenio de 1940, se integró a la célula de Roberto Mc-Cabe, Dato Pagán, Mauricio Báez, César Batista, Luis Saleme, Pipí Ortiz, Francisco Domínguez Charro y Carlos Leonor; Víctor Alejandro Coradín Castro fue maestro de alfabetización de los obreros portuarios, a los que orientaba en la lucha antitrujillista. Eran sus compañeros Mauricio Báez, Pipí Ortiz, Dato Pagán, Machito Canto y Juan Casasnovas Garrido. Tenemos que destacar la participación de los refugiados españoles, profesores de una vasta educación y con amplios conocimientos de la política, entre ellos Miguel Arnedo Díaz, Alfredo de La Cuesta, Lorenzo Berdala Pardo, quienes junto a Corpito Pérez Cabral, Dato Pagán Perdomo y Roberto Mc-Cabe, fundaron la Academia Benefactor, desde la que se hizo una importante labor antitrujillista. Fue cerrada por el tirano en 1946. En esta academia fue maestro también José Antonio Puello del Rosario, quien se inmoló en la expedición de del 14 de junio de 1959.93

Los Petromacorisanos presentes en las expediciones contra la tiranía de Trujillo fueron: en Luperón (1949) José Rolando Mantínez Bonilla, hermano de la poetisa Carmen Natalia, y Salvador Reyes Valdez; en Constanza (1959): Pedro Julián Bonilla Aybar; en Maimón: Fernando Cestero Martínez (Chichí), Héctor Emilio Del Giudice Herrera, José Antonio Puello del Rosario, Herminio Ripoll; en Estero Hondo: Guillermo Sánchez Sanlley.94 De los petromacorisanos que vinieron en Constanza, Maimón y Estero Hondo, ninguno sobrevivió.

La representación de la mujer progresista estuvo presente en el Movimiento 1J4 con Celeste Salado, América Bermúdez, Dra. Magdalena Casasnovas Garrido, Lucilita Peña, Maguí Brea, Juana Guzmán (Juana 14), Germania Carrión, Josefina Rojas; mientras en la Guerra de Abril participaron Miriam Pinedo, Carmen Mazara y Bethania Richiez.95

Papel de la mujer en el desarrollo de la provincia

Una mujer, líder indiscutible en la comunidad, así tenía que ser para que figure en aquella época Anita Contreras en el grupo fundacional de la aldea Mosquitisol.96 En el campo educativo, a finales del siglo XIX, se destacan las profesoras venezolanas Romana González97 y Frasquita Vallejo, así como la curazoleña Cecilia Graffe. También llegó de Venezuela, aunque es nativa de La Vega, la profesora Raymunda de Castro Vda. Bobea, a esta familia debemos la instalación de la primera imprenta en San Pedro de Macorís.98 En 1898 fue instalada la Escuela Normal para Señoritas Salomé Ureña, siendo nombrada directora Anacaona Moscoso.99 En 1910 se inauguró la primera escuela mixta, era oficial, dirigida por Petronila Angélica Gómez.100María Luisa de Canino fundó Alma Antillana (1921), revista quincenal de carácter literaria.101

El movimiento feminista tuvo en San Pedro de Macorís una destacada participación y para tener mayor penetración en la sociedad Petronila Angélica Gómez fundó la revista Fémina el 15 de julio de 1922, teniendo como redactora a Consuelo Montalvo de Frías y una gran colaboradora como Laura Herrera Geraldino, y como consejero a Federico Henríquez y Carvajal, y un consultor de alta experiencia y capacidad demostrada como Quiterio Berroa y Canelo. La revista Fémina mantuvo su tirada durante 17 años, un esfuerzo extraordinario para la mujer de su época.102

Otras mujeres destacadas fueron Consuelo Montalvo de Frías, poeta; Susana Duvergé Guttormsen, en música y pintura; María Luisa Oliver Pino, en pintura; Ludín Lugo, escritora y poeta; Therma Nicolás Colón, en el decenio de 1920 ganó los juegos florales para estudiantes de las escuelas de San Pedro de Macorís, celebrados en el Teatro Colón, con su poesía “Canto a la Escuela”.103

Notas

  1. América Bermúdez, Manual de Historia de San Pedro de Macorís) San Pedro de Macorís: Editora Edwin, 1991), 13.
  2. Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez y Bartolomé de Las Casas, Crónicas Escogidas, (Biblioteca de Clásicos Dominicanos, Santo Domingo: Ediciones de la Fundación Corripio Inc., 1998), 573.
  3. Manuel de Jesús Mañón Arredondo. “Macorís: su deslumbrante presente y su pasado”, Suplemento San Pedro de Macorís 1882-1982, Listín Diario, Santo Domingo, 10 de septiembre 1982, p. 19.
  4. Manuel de Jesús Mañón Arredondo. “Macorís: su deslumbrante presente”, 4.
  5. M. L. Moreau de Saint Mery, Descripción de la Parte Española de Santo Domingo (Traducida del francés por el Lic. C. Armando Rodríguez, Santo Domingo: Editora Montalvo, 1944), 177.
  6. Sergio Augusto Beras Morales et al, Álbum del Cincuentenario de San Pedro de Macorís (1882-1932), (reimpresión facsimilar, Santo Domingo: Editora Taller, 1982), 19.
  7. Beras Morales et al, Álbum del Cincuentenario, 30.
  8. Manuel Leopoldo Richiez, Historia de la Provincia y especialmente de la ciudad de San Pedro de Macorís (Colección Bibliófilos, Edición No. 4, Santo Domingo: Editora Búho, 2000), 31.
  9. Bermúdez, Manual de Historia, 13, 14.
  10. Vetilio Alfau Durán, El Fundador de San Pedro de Macorís (Santo Domingo: Editora Taller, 1979), 78.
  11. Historia de la provincia y especialmente de la ciudad de San Pedro de Macorís, 32.
  12. Ibíd., 9, p.86.
  13. América Bermúdez, Mosquitisol, (Santo Domingo: Universidad Central del Este, Editora Gente, 2009), 42.
  14. Bermúdez, Mosquitisol, 86.
  15. Fermín Álvarez Santana, Héroes Anónimos, cien años de magisterio en San Pedro de Macorís (San Pedro de Macorís: Impresos de León, 1997), 27, 28.
  16. Juan J. Sánchez, La caña de azúcar en Santo Domingo, (Segunda Edición, Santo Domingo: Editora Taller, 1972), 41.
  17. Richiez, Historia de la Provincia, 32, 33.
  18. Andrés Corten et al, Azúcar y Política en la República Dominicana (Santo Domingo: Editora Taller, 1981), 57, 58.
  19. Bermúdez, Manual de Historia, 22.
  20. Bermúdez, Manual de Historia, 21, 22.
  21. El Cable, 5 de noviembre de 1898.
  22. Frank Moya Pons, Revista Rumbo, Año III, No. 151, 22 de enero de 1996, p. 4.
  23. Tarquino Donastorg, “El sector La Barca”, Suplemento Listín Diario, 8 de mayo 1976, 30.
  24. Manuel de Jesús Mañón Arredondo, “Listín Diario en la historia”, 27 de julio 1996, p. 15-B.
  25. Beras Morales et al, Álbum del Cincuentenario, 131, 132.
  26. Fermín Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia y desarrollo, (Santo Domingo: Mediabyte, 2000), 80, 81.
  27. El Cable,1892.
  28. José del Castillo, “Las inmigraciones y su aporte a la cultura dominicana (finales del siglo XIX y principios del XXI)”, Listín Diario, suplemento del 15 de septiembre 1979, p. 8.
  29. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 275, 276.
  30. Orlando Inoa, Azúcar, árabes, cocolos y haitianos (Santo Domingo: Editora Cole, 1999), 96.
  31. El Cable, abril de 1893 y 4 de septiembre de 1893.
  32. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 280, 181.
  33. Ibíd., 27.
  34. Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 113, 114.
  35. Guillermo Atiles Santos, Guía Local y de Comercio de la Ciudad de San. Pedro de Macorís (Santo Domingo: Tipografía Listín Diario, 1902), 15.
  36. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 283-285, 223.
  37. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 285.
  38. “La Casa de Italia y las familias italianas en la República Dominicana” (Segundo Aniversario), Santo Domingo: Intergrafic, S. A., 1996, s.n.p; Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 286.
  39. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 287.
  40. Ibíd., 288.
  41. Ibíd., 290.
  42. El Cable, 10 de mayo 1896.
  43. Frank Moya Pons, Revista Rumbo, Año V, No. 207, 19 de diciembre 1998, p. 4.
  44. Bermúdez, Manual de Historia, 113, 114.
  45. Álvarez Santana, Héroes anónimos, 178-179.
  46. Luis Francisco Larsen, “Gotas de historia, raíces y costumbres, el cricke (criqui)”, revista El Comercial, No. 4, Impresora San Pedro, San Pedro de Macorís, agosto de 1994, p. 16.
  47. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 304.
  48. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, pp. 304-306.
  49. Bermúdez, Manual de Historia, 119, 120, 121.
  50. Programa “Recuerdo del Ateneo de Macorís 1890-1915”.
  51. El Cable, mayo 1897. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 127.
  52. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 356.
  53. Manuel García Arévalo, “Aquellas tertulias de San Pedro de Macorís”, Listín Diario, Santo Domingo, 22 de junio 1996. P. 24.
  54. Álvarez Santana, Héroes Anónimos,104.
  55. Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 47.
  56. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 63.
  57. Bermúdez, Manual de Historia de San Pedro de Macorís, p.63.
  58. Atiles Santos, Guía Local y de Comercio, 10.
  59. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 64, 65.
  60. Richiez, Historia de la Provincia, 64.
  61. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 65, 66; periódico El Cable 1895.
  62. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 66, 67.
  63. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 155, 156.
  64. Richiez, Historia de la Provincia, 75.
  65. Atiles Santos, Guía Local y de Comercio, 19.
  66. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 129.
  67. Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 72.
  68. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 157.
  69. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 156, 164.
  70. Macorix en New York” (Año1, enero/febrero 1988), p. 28.
  71. Bermúdez, Manual de Historia, 57.
  72. Bermúdez, Manual de Historia, 58, 59.
  73. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 61.
  74. Atiles Santos, Guía Local y de Comercio, 25; Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, p. 61.
  75. América Bermúdez, “Las fiestas patronales del Macorís de ayer”, El Tintero del Este, junio-julio-agosto 1995, p. 6.
  76. “San Pedro de Macorís 1882-1982”, Suplemento Listín Diario, 10 de septiembre 1982, pp. 30, 31.
  77. Revista “Construcción Dominicana”, Año 2, No.14, diciembre1982. Editada en Santo Domingo, p. 91.
  78. Revista “Construcción Dominicana”, p. 4.
  79. Revista “Construcción Dominicana”, p. 7.
  80. Richiez, Historia de la Provincia, 69, 70.
  81. Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 170.
  82. Inoa, Azúcar, árabes, cocolos y haitianos, 109.
  83. Roberto Cassá, Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana (Santo Domingo: Fundación Cultural Dominicana, 1990), 47, 48.
  84. Manuel Mañón Arredondo, “El Gran Apóstol del obrerismo dominicano”, Listín Diario, 2 de enero de 1994.
  85. Justino José del Orbe, Mauricio Báez y la clase obrera (Santo Domingo: Editora Taller, 1981), 32, 33.
  86. Del Orbe, Mauricio Báez, 41, 42.
  87. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 207, 209.
  88. Max Henríquez Ureña, Los Yankees en Santo Domingo (Santo Domingo: Editora de Santo Domingo, 1982), 241.
  89. Bermúdez, Manual de Historia, 130, 131, 132; Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 86, 160.
  90. Rafael Valera Benítez (Prólogo). Complot develado (Fundación Testimonio, Inc., Vol. I, Santo Domingo: Editora Taller,1984), 16.
  91. Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 45, 186.
  92. Poncio R. Pou Saleta, En Busca de la libertad, mi lucha contra la tiranía (Santo Domingo: Editora Lozano, C. por A., 1998), 55.
  93. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 217, 218, 219.
  94. Pou Saleta, En Busca de la libertad, 305, 308, 309.
  95. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 222, 225.
  96. Atiles Santos, Guía Local y de Comercio, 21.
  97. Atiles Santos, Guía Local y de Comercio, 10.
  98. Richiez, Historia de la Provincia, 64.
  99. Bermúdez, Manual de historia, 65, 66; El Cable, 1895.
  100. Bermúdez, Manual de historia, 66-67.
  101. Álvarez Santana, San Pedro de Macorís: su historia, 161.
  102. Revista Fémina, Año VIII, No. 131, julio-agosto, 1929, p. 1; Julio Jaime Julia, Haz de Luces, Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), 1990, pp. 44-47.
  103. Revista Fémina, Año VIII, No. 131, julio-agosto, 1929, Álvarez Santana, Héroes Anónimos, 72.

Referencias

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