Revista ECOS UASD, Año XXXI, Vol. 2, No. 28, julio-diciembre de 2024. ISSN Impreso: 2310-0680. ISSN Electrónico: 2676-0797 • Sitio web: https://revistas.uasd.edu.do/

Presentación

DOI: https://doi.org/10.51274/ecosuasd.v31i28.pp11-13

 Profesora de Investigación del CSIC. Especialista en la historia social y cultural del Caribe: identidad, la construcción de la “raza”, migraciones. Ha dirigido 20 de proyectos de investigación con financiación pública, entre otros el europeo Connected Worlds: The Caribbean, Origin of the Modern World. Directora de Culture & History. Digital Journal y de la Colección Antilia, editorial Doce Calles. Email: [email protected]. Orcid: https://orcid.org/0000-0002-2737-0509

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Cómo citar: Naranjo Orovio, C. 2024. «Presentación». Revista ECOSUASD 31 (28):11-13. https://doi.org/10.51274/ecosuasd.v31i28.pp11-13

El dossier Historia urbana en el Caribe en los siglos XIX y XX reúne siete artículos que nos acercan a conocer más sobre el patrimonio cultural de la región a partir del estudio de algunas ciudades, en momentos diferentes y perspectivas de análisis distintas. Entre los temas tratados se encuentran la política urbana, el diseño de las urbes, el uso de las imágenes de las ciudades como un elemento de auto-representación, los procesos de modernización y de expansión urbana, y los paisajes culturales de la región. Complementan el dossier dos textos de distinta naturaleza que amplían el espacio geográfico. El primero ofrece un análisis de un documento histórico: “Descripción de la Plaza y puerto de Cartagena de Indias” (1805), realizado por Eduardo Azorín García; el último es un comentario bibliográfico de la Dra. Lizbeth J. Chaviano Pérez a la obra colectiva Globalización y ciudad en el Caribe (1750-1870), coordinada por Emilio Luque Azcona.

El primer artículo es obra de Gonzalo Ramírez

Sánchez. “La lucha contra los incendios en La Habana antes de la creación del cuerpo de bomberos: prevención, extinción y socorro (1763-1835)” abarca un amplio período en el asistimos a una modificación la estructura de la sociedad cubana y su composición demográfica. La Habana, que se erige como centro de las actividades económicas en la isla, experimentó un aumento de la población, así como una remodelación y ampliación de sus límites urbanos. El crecimiento de la ciudad-puerto requirió que se habilitasen nuevos servicios para una población en aumento que se agolpaba en calles angostas por las que transitaban cada vez más carruajes y carretas con mercancías, en ocasiones enfangadas e inundadas por las lluvias y las aguas vertidas por lo vecinos, que junto a la basura tirada provocaba, además de insalubridad, un fuerte hedor; una ciudad que vio levantarse casas y barracas sin planificación con materiales de fácil combustión, como la madera, el guano y la paja, que contrataban con los palacetes y otros edificios oficiales majestuosos. En este marco, el autor analiza la gestión de las autoridades para prevenir uno de los problemas que asoló en varias ocasiones La Habana: los incendios, que en la mayoría de las ocasiones provocaron la alteración del orden público. Gonzalo Ramírez hace un rápido recorrido de las reales órdenes, bandos y reglamentos que ayudaron a mantener el orden y la extinción del fuego hasta desembocar en otras más efectivas como el Reglamento



sobre Incendios de 1823 y la creación del Cuerpo de Honrados Obreros y Bomberos de La Habana en 1835. Otro artículo dedicado a Cuba es obra de Eduardo Azorín García. En “Arsene Lacariere Latour: un ingeniero francés al servicio de las obras públicas en Cuba (1819-1831)” analiza la figura, la cartografía y los trabajos realizados por Arsène Lacarrière Latour. Animado por la política de la monarquía española, que desde 1815 auspiciaba la llegada a Puerto Rico y Cuba de inmigrantes blancos y católicos que contribuyeran al progreso de la agricultura y del país, Arsene Lacariere Latour se trasladó desde Estados Unidos a La Habana. Allí, las autoridades se valieron de su experiencia para continuar con los proyectos de habilitación, saneamiento y mejora urbana, y le encomendaron diversas obras públicas en distintas ciudades, como la construcción de puentes en las cercanías de La Habana y Matanzas, la pavimentación y el alcantarillado de La Habana. El estudio minucioso de Eduardo Azorín finaliza dando a conocer el legado cartográfico del arquitecto francés que incluye desde mapas de La Habana a planos del puerto y bahía del Mariel o de distribución de las aguas del río de los Güines y las plantaciones contiguas. La presentación de varios mapas y planos enriquecen este texto. A este trabajo le sigue el escrito por el profesor Emilio Luque Azcona, quien nos traslada a finales del siglo XIX con “Imágenes exportadas de la Habana a través de sus tarjetas postales”. Se trata de un artículo interesante en el que muestra no tanto la evolución de una ciudad sino la imagen que de ella se quería ofrecer. Lo hace a través del examen de tarjetas postales a lo largo desde los últimos años del siglo XIX hasta 1930. En este sentido juega con la representación como un elemento/instrumento de autodefinición, así como de construcción de imaginarios nacionales. El análisis de los impresores y de los monumentos y espacios reproducidos le sirven al profesor Emilio Luque para adentrase en una historia visual en la que se combina política, representación, y cultura, manteniendo una tensión entre el pasado colonial español y la herencia hispana, y la nueva situación política de la isla. En este nuevo marco es interesante detenerse en el interés en mostrar el progreso y la modernidad que anunciaban los nuevos tiempos. En territorio colombiano el artículo de Nayibe Gutiérrez Montoya, “Riohacha, el ocaso de la Fénix del Caribe”, analiza la ciudad de Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, capital de la provincia de Riohacha, desde su creación a mediados del siglo XVI al siglo XX. Situada en el departamento de La Guajira, su posición estratégica la convirtió en un nudo importante en el comercio atlántico y en el comercio intra-regional lo que hizo que su control se lo disputasen a lo largo de la historia distintos grupos: indígenas, comerciantes, piratas, bandos políticos rivales, entre otros. Así mismo, fue un espacio central para el poblamiento de la región. La ciudad fue escenario de varios enfrentamientos y de catástrofes naturales de los que en varias ocasiones pudo recuperarse, por lo que también fue conocida como “La Fénix del Caribe”. Las descripciones de viajeros, los planos de la ciudad y los mapas de la provincia ayudan a comprender el valor de la zona y del asentamiento en particular.

El dossier contiene dos artículos dedicados a la expansión de Santo Domingo en el siglo XX. El primero es el de Marcos Prados Martín. Su trabajo, “Capital y dictadura: aproximación preliminar al estudio de Santo Domingo desde la Historia Urbana (1930-1961)”, lo enmarca en los estudios de historia urbana, ofreciendo un marco de análisis a partir del cual examina el crecimiento de la capital durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Según el autor, Santo Domingo es un caso de estudio que brinda la oportunidad para reflexionar sobre los fundamentos con los que la historiografía urbana ha acometido el análisis las ciudades latinoamericanas. Como es conocido, los años del trujillismo fueron clave en la historia del país por varios factores. El que aquí nos concierne es el gran crecimiento demográfico y económico que experimentó la renombrada como Ciudad Trujillo. Enriquece el texto un rico aparato visual a la vez que le sirve de apoyo en su análisis de las prácticas y la gestión urbana del gobierno para transformar la capital, sin que ello



signifique que existiera un plan urbanístico formal. Durante este período la ciudad se convirtió no solo en la sede del poder político, sino también en un gran polo industrial que, entre otras consecuencias, atrajo migrantes de otras zonas del país, amplió la ciudad y transformó el paisaje. El texto del profesor Cristian Girault en su estudio de la capital dominicana avanza en el tiempo hasta llegar a 2022. “Santo Domingo. La trayectoria del desarrollo urbano y la expansión metropolitana (1970-2022)” analiza los cambios demográficos de la República Dominicana tras el asesinato de Leónidas Trujillo en 1961 hasta las dos primeras décadas del siglo XXI. El autor analiza la expansión urbana de grandes dimensiones de la capital dominicana a partir del examen de varios factores demográficos factores económicos y políticos. Entre los primeros detalla los cambios demográficos como consecuencia de las altas tasas de natalidad, el descenso de la mortalidad, la llegada de trabajadores desde otras ciudades y pueblos de la isla y desde otros países-. Entre los factores económicos y políticos, que han contribuido al crecimiento económico y transformación urbana, señala la estabilidad política, la cooperación económica y técnica internacional y las políticas implementadas para modernizar el país que contribuyeron al crecimiento económico, entre otras la puesta en marcha de proyectos dinamizadores de varios sectores, principalmente del turismo, minería, transportes, y telecomunicaciones. Esta política mantenida, e incrementada en los últimos años del siglo XX, ha generado una expansión espectacular que en opinión del autor está derivando en una metropolización de Santo Domingo, es decir, la ciudad se está transformando en una capital cosmopolita en la que las desigualdades sociales persisten y contrastan con el desarrollo.

El último estudio corresponde al profesor Manuel Gámez Casado. “Conviviendo con fortificaciones. Sobre paisajes culturales en el Caribe” reflexiona sobre el lugar que tienen las fortificaciones en el imaginario histórico de las ciudades caribeñas e invita a pensar en las políticas que deberán implementarse en los lugares patrimoniales para su conservación. En el texto entrelaza patrimonio urbanístico y arquitectónico con la gestión de su conservación. En su estudio se detiene en Cartagena de Indias y Portobelo, ciudades en las que no sólo hay que tener en cuenta su valor patrimonial, que las convirtieron en Patrimonio de la Humanidad, sino también su patrimonio natural e inmaterial (bienes culturales). Manuel Gámez llama la atención del desafío para desarrollar programas que preserven su patrimonio (arquitectónico- material, natural e inmaterial) y mantengan una de sus fuentes de divisas a través de un turismo sostenible.

En definitiva, estamos ante un dossier interesante, original y novedoso en el que desde distintos planteamientos los autores acercan al lector al campo de la historia urbana, una disciplina atravesada por la demografía, la arquitectura, la cultura, la política y la economía.