A la hora de abordar un tema de emigración, nos encontramos siempre con tres cuestiones que son ineludibles: a) el lugar de partida: su densidad de población y presión demográfica, situación económica, posibilidades de alcanzar mejor nivel económico y social, existencia de programas estatales de emigración, etc.; b) el lugar de arribada o meta: buenas oportunidades, tierra disponible, posibilidades de trabajo y progreso individual, etc.; y c) por último, el hecho en sí, ¿cuál es el detonante que hace que en un momento determinado de la historia, un grupo de gente se ponga en movimiento para trasladarse a otro lugar, abandonando su tierra con lo que eso lleva aparejado de dramatismo: abandono del terruño, separación y posible ruptura definitiva con la familia, forzosa adaptación a buenas nuevas costumbres y forma de vida.
Las referencias, según el estilo de citación de esta revista, están como notas al pie.
Derechos de autor 1999 Revista ECOS UASD
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